Mayor eficacia

Tratamiento de la depresión grave

El escitalopram es más eficaz que el citalopram para el tratamiento de la depresión grave

Autor/a: Dres. Llorca PM, Azorin JM, Despiegel N, Verpillat P

Fuente: International Journal of Clinical Practice 59(3):268-275, Mar 2005

Introducción y objetivos

El tratamiento con antidepresivos se asocia con mejoría clínica en el 65% a 70% de los pacientes; no obstante, la recuperación completa sólo se verifica entre el 40% y 50% de los casos. Los pacientes con depresión grave tienen menos probabilidades de alcanzar la respuesta y la remisión con el tratamiento antidepresivo respecto de aquellos que presentan cuadros más leves. Asimismo, los pacientes en estado más grave tienen menos probabilidades de alcanzar la remisión espontánea en comparación con aquellos con estados más leves.

El escitalopram, un inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina (ISRS), es el enantiómero terapéuticamente activo del citalopram. Según lo hallado en estudios anteriores, la droga resulta eficaz y bien tolerada para el tratamiento de los pacientes con trastorno depresivo mayor. Se ha informado que la respuesta al tratamiento con escitalopram es más rápida respecto de la respuesta al citalopram. Además, los pacientes tratados con escitalopram presentarían un índice de respuesta y un cambio medio del puntaje de la Montgomery Asberg Depression Rating Scale (MADRS) superiores en comparación con lo observado con la administración de citalopram.
En estudios anteriores, se sugirió que los ISRS son menos eficaces que los antidepresivos tricíclicos para el tratamiento de los pacientes con depresión grave. Sin embargo, la relación riesgo-beneficio favorece ampliamente el empleo de ISRS debido a que tienen un perfil adecuado de seguridad, especialmente respecto de los efectos adversos cardiovasculares y anticolinérgicos. El objetivo del presente estudio fue evaluar si el escitalopram es más eficaz que el citalopram en pacientes con depresión grave.

Materiales y métodos

Para efectuar el análisis se incluyeron los datos obtenidos de 3 estudios de características similares controlados con placebo. Los pacientes fueron distribuidos en forma aleatoria para el tratamiento con escitalopram o citalopram después de 1 semana de recibir placebo. La eficacia de la terapia se determinó según los resultados de la MADRS. Asimismo, se aplicó la Hamilton Depression Rating Scale (HAMD-17), además de las escalas Clinical Global Impression of Improvement (CGI-I) y Clinical Global Impression of Severity (CGI-S). Se incluyeron 506 pacientes con depresión grave, de los cuales 169 recibieron escitalopram, 171 citalopram y 166, placebo. Se evaluaron los índices de respuesta y remisión relacionados con cada droga.

Resultados

No se observaron diferencias significativas entre los grupos respecto de las características iniciales de los participantes. El puntaje medio total de la MADRS entre los pacientes tratados con escitalopram, citalopram o placebo fue de 33.3 ± 2.7, 33.3 ± 2.8 y 33.4 ± 3.3, respectivamente. En comparación con el placebo, el escitalopram se asoció con una mejoría significativamente superior en el puntaje de la MADRS. Asimismo, el tratamiento con citalopram también produjo mejorías significativas en comparación con el placebo. No obstante, los resultados favorecieron al tratamiento con escitalopram.

El cambio del puntaje de la MADRS desde el inicio hasta el final del estudio fue numéricamente superior entre los pacientes tratados con escitalopram respecto de los que recibieron citalopram desde la semana 1 y en todas las consultas subsiguientes. Además, el cambio medio del puntaje desde el inicio hasta el final del estudio fue significativamente superior entre los pacientes que recibieron escitalopram. La diferencia a favor del escitalopram fue significativa desde la semana 1 de tratamiento.

Según los resultados de la HAMD-17, el cambio del puntaje desde el inicio hasta el final de los estudios fue superior entre los pacientes tratados con escitalopram en comparación con los que recibieron citalopram o placebo. Esta superioridad se verificó desde la semana 1. Al final de los estudios, la diferencia a favor del escitalopram fue estadísticamente significativa. Asimismo, se observaron resultados significativamente más favorables entre los pacientes tratados con escitalopram al analizarse el puntaje de las escalas CGI-I y CGI-S.

Se verificó una diferencia significativa entre el citalopram y el escitalopram respecto de los índices de respuesta y de remisión. Al final del estudio, el índice de respuesta relacionado con la administración de escitalopram fue del 56%, mientras que para el citalopram alcanzó el 41%. En cuanto a los índices de remisión, los valores registrados fueron del 43% y 33%, respectivamente. Las diferencias entre ambos grupos aumentaron con el progreso del tratamiento.

Discusión

Los resultados del presente estudio señalaron que el escitalopram es más eficaz que el citalopram para el tratamiento de la depresión grave. La diferencia a favor del escitalopram se verificó mediante todas las escalas empleadas. Asimismo, estas diferencias fueron superiores entre escitalopram y citalopram que entre citalopram y placebo. La diferencia entre ambas drogas fue significativa desde la semana 1 de inicio del tratamiento.
El escitalopram es el S-citalopram, enantiómero farmacológicamente activo del citalopram. Actualmente, la tendencia consiste en la elaboración de drogas mediante la selección del enantiómero, lo que se asocia con mayor eficacia y menos riesgo de efectos adversos. Respecto del R-citalopram, presenta una acción inhibitoria del efecto del escitalopram a nivel de los transportadores de serotonina. En consecuencia, el escitalopram es más selectivo en comparación con otros ISRS. Además, igual que el citalopram, escitalopram carece de afinidad por el transportador de dopamina. En consecuencia, ninguno de los compuestos presenta efectos adversos significativos relacionados con el estímulo de la actividad catecolaminérgica. En lo que se refiere a las propiedades farmacológicas, farmacocinéticas y toxicológicas y al perfil de seguridad y tolerabilidad, el escitalopram presenta propiedades similares al citalopram.

En el presente estudio, se halló que el porcentaje de respuesta es superior al tratar a los pacientes con escitalopram en comparación con el tratamiento con citalopram. Como se mencionó, la diferencia correspondiente al porcentaje de pacientes que alcanzaron la remisión en cada grupo aumentó a medida que progresó el tratamiento. Es decir, si el tratamiento hubiese sido más prolongado, la diferencia hubiera sido superior. De hecho, los índices de remisión son relativamente bajos en numerosos estudios a corto plazo sobre el tratamiento de los pacientes con depresión grave; pero probablemente mejorarían si se prolongara el tiempo de estudio. De esta manera, en los estudios de 6 a 8 semanas de duración se subestimaría el índice de remisión de los pacientes con depresión grave, que requieren períodos más prolongados para alcanzar la eutimia.

Conclusión

En términos de eficacia, el escitalopram resultó superior en comparación con el citalopram en el tratamiento de los pacientes con depresión grave. Los beneficios del escitalopram se verificaron respecto de la magnitud de efecto y el comienzo de acción. Los datos obtenidos apoyan el empleo del escitalopram como agente de primera línea para el tratamiento de los pacientes con trastorno depresivo mayor.