¿Por qué hablamos? ¿Para qué? | 16 ENE 08

Las palabras y las cosas

El lenguaje, ese misterio tendido entre el pensamiento y el mundo, y su adquisición, son el tema que investiga Alejandra Villar, licenciada en Letras, psicolingüista.

DIALOGO CON ALEJANDRA VILLAR, PSICOLINGÜISTA
Por Leonardo Moledo

–¿Cuál es su tema de investigación? No, mejor... ¿Qué hace usted? O si no... ¿Sabe lo que pasa? Que siempre empiezo así estos diálogos y hoy no estoy muy inspirado como para encontrarle la vuelta. Y hace mucho calor.

–Pero tendrán aire acondicionado.

–Sí, pero igual... Así que ni siquiera escribo unas líneas previas. La presento directamente: Alejandra Villar, licenciada en Letras con orientación psicolingüística, investigadora de la Facultad de Filosofía y Letras, con una beca del Conicet para hacer el doctorado.

–Bueno, entendí sí: me dedico a la adquisición de palabras funcionales. A grandes rasgos las palabras se dividen en palabras de contenido descriptivo y palabras funcionales. Las de contenido descriptivo son las que se pueden definir.

–Mesa, silla, aerostato, elucubración, mezquita...

–Y los verbos también, por ejemplo: saltar, bailar, correr...

–Con este calor... ¿y las funcionales?

–Las funcionales son las preposiciones, los adverbios, los artículos, los conectores.

–Pero se pueden describir.

–Algunas más que otras. Lo importante es que no tienen rasgos semánticos fuertes, se definen gramaticalmente. Por ejemplo, el “pero” se define como un ítem que conecta dos partes de una oración. No importa tanto su contenido descriptivo. Todos los trabajos de adquisición de lenguaje, en general, se refieren al contenido descriptivo. Por ejemplo, el chico aprende a decir guauguau interpretando el rasgo principal “mamífero, cuatro patas”. Entonces mediante ese ítem lexical señala no sólo a los perros sino también a las vacas, porque es económico.

–¿Y cómo trabaja?

–-Estudio a los chicos y también comparo con adultos que adquieren una segunda lengua y con un grupo de pacientes agramáticos, que pierden su gramática con lesiones que les quitan las palabras funcionales pero no las de contenido descriptivo. Lo cual estaría diciendo que están almacenadas en distintos lugares.

–¿Es verdad que una segunda lengua se guarda en otro lugar que la lengua materna?

–Bueno, no es que uno puede aislar un área del cerebro y decir “acá está una y acá está la otra”. Pero es cierto que los mecanismos son diferentes. Por ejemplo, se encontraron pacientes bilingües que pierden una lengua y la otra no. Entonces es que las conexiones son distintas.

–¿Se puede perder una lengua de repente? Hace poco leí un libro de memorias en el que el chico cuenta que a raíz de una paliza que le dio el padre perdió completamente el ruso y se quedó con el idish.

–Bueno, la huella de la lengua está, la sintaxis está. Pero es probable que se haya bloqueado el acceso a una de las lenguas por cuestiones emocionales. Por ejemplo, los refugiados de la Segunda Guerra Mundial perdían capacidad de usar su lengua.

–¿La lengua materna se puede perder también?

–¡Claro! Todas las afasias son así. La más extrema es un caso de hace 200 años. Un paciente que sólo decía tan tan, porque había tenido una lesión muy fuerte.

–¿Cómo se almacena una lengua? ¿Dónde está guardada la forma perro?

–La forma escrita, en el almacén escrito; la forma fonológica, en el almacén fonológico...

–¿Pero es dentro de una neurona o un conjunto de neuronas? ¿En una red de neuronas?

–No sabemos. Hay cierta región de la memoria semántica donde se guardan los rasgos, por ejemplo. La anomia se da en personas que conservan el significado “mamífero, cuatro patas, etc., etc.” pero no les sale la forma.

–Lo tienen en la punta de la lengua...

–Exacto. Y se llama justamente “síndrome de la punta de la lengua”. Pero no les sale, no pueden etiquetar ese contenido para emitirlo. Bueno, estábamos tratando de decir dónde están guardadas las palabras.

–¿Qué se ve?

–Por ejemplo, que la comprensión y la producción están en áreas diferentes. Cuando estamos hablando ahora, por ejemplo, estoy en el hemisferio derecho, un área pragmática, de contexto. El habla es un fenómeno muy complejo, tenemos que hacer muchas cosas antes de emitir una oración o un discurso.

–Pero se hace muy rápido.

–Una de las teorías que está más en boga es que el lenguaje es innato. El humano habla de la manera en que una araña teje su telaraña. Es lo que Noam Chomsky denomina “instinto del lenguaje”.

 

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