El nacimiento de la angioplastia | 01 NOV 07

El día que Adolph Bachman pasó a la historia

Se cumplen 30 años de la primera angioplastia coronaria

MARÍA SAINZ

MADRID.- El 16 de septiembre de 1977, con 38 años, Andreas Grüntzig se convertía en el primer cirujano en realizar una angioplastia coronaria a un ser humano. A la vez, y con la misma edad que su médico, Adolph Bachman pasaba a ser el primer paciente en someterse a una intervención dirigida a desobstruir una de sus arterias coronarias.

El paciente número uno tardó unos dos años en llegar. Tras una ardua búsqueda, Bernhard Meier, colaborador de Grüntzig, dio con un enfermo con un perfil adecuado. "Presentaba dolor en el pecho desde hacía dos semanas y, al haberlo detectado en una fase muy temprana, sólo sufría un problema simple en las arterias coronarias, no 10 ó 15 como el resto de pacientes", explica a elmundo.es este especialista, que actualmente dirige la unidad de Cardiología del Hospital Universitario de Berna (Suiza).

La operación siguió un proceso muy similar al actual. Se trataba de insertar un catéter con un globo que, una vez dentro de la arteria, se infla para combatir la obstrucción, provocada por las placas de ateroma. Gracias a ello, la sangre vuelve a fluir con normalidad. Se tardó una hora en realizar esta primera angioplastia (actualmente, en casos sencillos como el de Adolph Bachman, suele durar unos 20 minutos).

"La única diferencia fue la presencia de una máquina que Grüntzig tenía preparada por si era necesario inyectar sangre en otra arteria. La había usado al operar a perros pero en este caso no fue necesario emplearla. El paciente reaccionó bien durante los 30 segundos que la arteria quedó totalmente obstruida, mientras se inflaba y desinflaba el balón, y no requirió ayuda externa", describe Meier.

La llegada de los 'stents'

Ocho años después de esta primera intervención, y tras haber realizado múltiples angioplastias, Andreas falleció en un accidente de avión. Fue el precursor de una nueva especialidad de Cardiología, alternativa a la invasiva cirugía con bypass, pero, desde el principio, era consciente de algunas de las limitaciones de la nueva técnica. Las arterias de algunos pacientes se volvían a obstruir y, por entonces, se valoraba la opción de implantar algún dispositivo que impidiera este nuevo estrechamiento. Seis meses después de su fallecimiento, llegó la solución: los 'stents' o mallas coronarias, preparados para residir en las coronarias de los enfermos.

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024