Accidentes domésticos

Caídas de niños desde las ventanas abiertas

Las olas de calor aumentan el número de caídas de niños desde las ventanas abiertas.

Autor/a: Dres. Hussain N, Mewasingh L, Gosalakkal J.

Fuente: Arch Dis Child. 2007 Jan;92(1):90

El traumatismo de cráneo es la causa principal de muerte y discapacidad en niños y jóvenes de todo el mundo. La incidencia de accidentes y traumatismos craneales se encuentra en aumento en los meses de verano.
Durante los meses calurosos, cuando en general las ventanas se encuentran abiertas, el número de niños que caen desde ellas aumenta drásticamente.
La incidencia exacta de de caídas por las ventanas abiertas en Gran Bretaña es desconocida. En los Estados Unidos cada año 15 a 20 niños menores de 10 años de edad de edad mueren, y más de 4000 son tratados en salas de emergencia por injurias asociadas a caídas a través de ventanas.

En un estudio que abarca más de 2000 niños en un centro suburbano de trauma, encontró que alrededor de un 40% de ellos habían ingresados como resultados de caídas, de estos el 11% a través de las ventanas.
La mayoría de los niños que habían caído tenían entre 0 y 4 años, y todos eran enviados directamente a unidades de cuidados intensivos, de estos el 4 % falleció. La mayoría de las caídas a través de las ventanas ocurren cuando los niños no están supervisados.
Los factores que diferenciaban la severidad de la lesión dependían de la altura de la caída, la fuerza del impacto, la superficie en la cual el niño cae.

Luego de caer por ventanas, seis niños (4 varones, 2 mujeres) de Leicestere presentaban una gama de lesiones, incluyendo fractura de cráneo.
Esta es una causa inusual de de lesiones craneales en niños y no se observaron incidentes similares durante años anteriores.
Estos accidentes ocurrieron durante el mes de julio, que tuvieron las temperaturas más altas que el año anterior. El relato de los padres y cuidadores de estos niños dice que se cayeron a través de las ventanas abiertas (5/6 desde un primer piso, 1/6 desde planta baja), la cama estaba puesta junto a la ventana, la cual se dejo abierta para contrarrestar el calor. El rango etario fue de 18 meses a 5 años, y todos los niños eran madurativamente acordes a su edad antes del incidente. Las caídas fueron de 1 a 5 metros de altura.

Todos requirieron atención en unidades de cuidados intensivos, y tuvieron diferentes niveles de alteración de la consciencia cuando se presentaron en el hospital, requiriendo intubación y ventilación por 12 a 24 horas y atención en dicho servicio por 3 a 10 días.
Cinco de los niños presentaban fracturas patológicas, incluyendo de huesos largos, clavículas, fracturas múltiples. Dos de los niños tenían TAC ó RMN anormal, que incluían hematoma subdural y contusión cerebral, los cuales fueron tratados sintomáticamente. En 1976 la legislación de protección de ventana redujo notablemente el número de caídas. En el año 2000, la Comisión de Productos Seguros anunció nuevos estandares para proteger a los niños de las caídas a través de las ventanas.
La mayoría de los accidentes se pueden prevenir mejorando la seguridad en el ambiente y con mayor supervisión. Las medidas simples como trabas de seguridad en las ventanas y alejar las camas de las ventanas pueden ayudar a prevenir accidentes.

Intoxicación hídrica y la ola de calor

En Gran Bretaña se encontraron en el medio de una considerable ola de calor en el mes de julio en el año 2006, el cual se declaró como unos de los meses de más calor.
El departamento de salud elaboró avisos para padres y cuidadores a cargo de niños sobre el peligro de la exposición al calor y la deshidratación
Esta medida enfatizó la necesidad de adecuar el consumo de fluídos, sobre todo de agua. Los padres habían sido notablemente entrenados para dar a sus bebes abundante agua helada, previamente hervida a lo largo del día, lo que desencadenó episodios de intoxicación hídrica.
La misma fue previamente descripta y se la vió en aumento en U.S.A. Puede causar morbi mortalidad por hiponatremia y edema cerebral. Los niños tienen mayor riesgo ya que sus riñones son inmaduros.
 
Bhalla y col., reportaron 4 casos de hiponatremia en Gran Bretaña secundario a excesiva ingestión de líquidos hipotónicos, y el autor de este comentario relata su experiencia con un caso de un niño de 1 año de edad que ingreso con estatus epiléptico
Luego de haber estado 2 días vomitando y recibiendo soluciones hipotónicas. Sus valores de natremia fueron de 116 mmol/l.

Comentario  

La falta de registros nacionales sobre este tipo de accidentes nos lleva a basarnos en estas experiencias, para tomar decisiones a nivel local.
Ambos comentarios describen situaciones de riesgo asociadas al descuido del tutor y a la falta de información preventiva.
Esto enfatiza lo trascendente de educar a los padres y/o cuidadores, sabiendo que complicaciones críticas como las mencionadas serían totalmente evitables por medio de campañas preventivas y pautas de alarma a los familiares durante la consulta pediátrica, y así comenzar a tomar medidas desde la atención primaria.
De esta manera buscar la forma de diseñar nuevas estrategias para las próximas épocas de verano.