El calentamiento global puede resultar negativo para los pacientes que sufren asma, debido a la prolongación de las temporadas de crecimiento de plantas y a los indicios de que las hierbas que esparcen grandes cantidades de polen están ganando más terreno, han señalado expertos del Centro para la Salud y el Medioambiente Global de la Harvard Medical School.
No obstante, las temperaturas más altas traerían beneficios para algunos asmáticos, ya que los ácaros de las casas y los virus que prosperan en el invierno en algunos hogares con calefacción central no florecerán si las personas no necesitan usar sus sistemas de generación de calor.
Al llegar la primavera, el polen ha estado en el aire por meses en el hemisferio norte, incluso en los países donde las nevadas dan un respiro invernal a los alérgicos.
En el sur de Suecia, por ejemplo, los avellanos han estado floreciendo desde diciembre. En Estados Unidos, la incidencia de asma aumentó casi cuatro veces desde 1980.
"Nadie ha observado realmente la dimensión aerobiológica (como el caso del polen). Pero creo que quizá ayude tenerla en cuenta", ha manifestado el Dr. Paul Epstein. Otros disparadores del asma y otras alergias van desde ácaros y polvo hasta virus y alimentos.
Cualquier calentamiento empeoraría las cosas. Un informe preliminar de la ONU sobre el clima que se publicará el 6 de abril señala que las temporadas de crecimiento de las plantas se han extendido debido a una tendencia al calentamiento, de la que es responsable la actividad humana.
El documento indica que el potencial agrícola del mundo posiblemente aumente, especialmente en los países de clima templado, si las temperaturas suben hasta 3 grados centígrados. Por encima de ese nivel, el potencial agrícola de todas las regiones descenderá.