Consejos para la práctica cotidiana | 31 ENE 07

El estrés y las cefaleas

Las relaciones entre un mal muy frecuente y los modos de vivir. Reflexiones prácticas del Dr. León Fisch.
Autor/a: Dr. Leòn Fisch  

     Para quienes padecen  frecuentes e intensos dolores de cabeza, el proceso que los llega a martirizar, se convierte en un verdadero círculo vicioso que se integra sucesiva, y alternadamente así: miedo a sentir el dolor de cabeza, estrés, tensión, dolor, aumento del miedo, aumento del estrés, aumento del dolor.

El dolor es una de las situaciones de mayor exigencia para nuestro sistema nervioso. Siendo como es a menudo una señal de alarma, el dolor hace que instintivamente nuestro cuerpo reaccione, en un esfuerzo por detener ese dolor y evitar su posible reiteración en el futuro. La sabiduría popular, a través de los siglos, ha reiterado aquello de "gato escaldado del agua fría huye", lo que equivale a decir que la experiencia hará que no incurramos dos veces en una actitud o conducta que nos provoque dolor. En un sentido, el dolor, al ser un aviso, protege al cuerpo de mayores trastornos. Pero, si este aviso se presenta imprevistamente, sin estar asociado a ninguna situación ambiental, su aparición se convierte en una fuente de desagradable incertidumbre. A la larga, se transforma también en causa de estrés. En tal coyuntura, las sustancias químicas relacionadas con el estrés, que circulan por nuestro organismo, crean una situación propicia para futuros dolores de cabeza.

Toda vez que el sistema nervioso detecta la presencia de una amenaza, su reacción se traduce en estrés. El organismo se defiende de esa amenaza aumentando  la adrenalina y otras sustancias químicas vinculadas al estrés. Se acelera el pulso y también la respiración, que se hace menos profunda, se dilatan las pupilas y la sangre se dirige a los músculos mayores de piernas y brazos. El estrés es la respuesta, entonces, a una situación de peligro, que produce un desequilibrio en la estabilidad bioquímica de la persona. Y ese desequilibrio es el que puede desencadenar el dolor de cabeza.

Lamentablemente, y con mucha frecuencia, las medicinas que se emplean para modificar el dolor contribuyen a empeorar la enfermedad, como ya se ha visto en el capítulo VI, dedicado a la cefalea por efecto de rebote de calmantes, ya que  cronifican y acentúan la frecuencia del dolor.

 Las situaciones estresantes

     Si tuviera que hacerse una enumeración de todos los factores que pueden provocar estrés, la lista podría llegar a ser interminable. Cada persona responde de una cierta manera, que le es propia, a los estímulos propios y ajenos, a los ambientales, a los sociales, a los familiares, a los profesionales y a los laborales.

Nosotros podemos diferenciar bien entre aquellas situaciones que nos excitan por lo placentero y aquello que nos pone tensos por lo angustioso o doloroso, pero nuestro cuerpo no establece tales diferencias. El estrés es físico y puede responder tanto a una situación negativa como a una positiva. Ejemplos del primer caso serían el hecho de sentirse sometido en su tarea profesional a la arbitrariedad de un superior, o la enfermedad de un familiar. En el segundo caso, los preparativos para un largo viaje o la perspectiva de la adquisición de la primera casa.

Cómo es posible que exista gente que padece los "dolores de cabeza del fin de semana"? Por la sencilla razón de que, aunque amen lo que hacen durante los días de trabajo, lo hagan con plena satisfacción propia y de quienes los rodean, la tensión –aún placentera– a que están sometidos no se disipa al salir del trabajo para el fin de semana.

Esas personas tienen, la predisposición para que esos dolores se precipiten debido al estrés acumulado durante la semana. Y tienen que aprender a manejar el estrés que proviene tanto de situaciones agradables como desagradables, además el día no laborable suelen variar las horas de sueño o diferir el horario del desayuno y la abstinencia de la cafeina con la consecuente cefalea de fín de semana.

Cómo reducir el estrés

     Con ayuda del especialista, quien padezca dolores de cabeza desencadenados por el estrés, habrá de llegar a conocer cuáles son las situaciones que lo precipitan y cómo hacerles frente. Es de gran ayuda en estos casos también el apoyo psicológico.

La práctica de yoga, de aerobismo, las caminatas a paso rápido, las técnicas de relajación y respiración son de suma utilidad.

La participación activa e inteligente de la persona sujeta a estrés es primordial. Una vez identificados los motivos desencadenantes del estrés, ha de intentar adoptar frente a ellos una actitud de mayor calma, analizarlos con la mayor frialdad que le sea posible, hasta cambiar la conducta que anteriormente adoptaba como respuesta ante ellos.

Sería absurdo pretender desconocer la enorme influencia que tienen en la calidad de vida las circunstancias generadoras de estrés, como las crecientes exigencias del campo laboral y profesional, la aceleración de la existencia cotidiana (sobre todo en las ciudades), el ruido, la contaminación atmosférica, el acoso de innumerables problemas sociales y económicos y los conflictos afectivos.

El estrés es el factor desencadenante más común de los dolores de cabeza comunes o tensionales.


Reductores eficaces del estrés:

     Muchos de los consejos incluidos en la lista a continuación han sido tomados de las recomendaciones de la National Headache Foundation  Asimilarlas y practicarlas redundará en innumerables beneficios para los  que padecen estrés ,  la depresión también actúa como factor desencadenante de la cefalea.

 

     * Por la mañana, levántese quince minutos antes de lo habitual. Los inevitables contratiempos matinales le resultarán menos estresantes. Prepárese la víspera para la mañana siguiente (disponga las cosas para el desayuno, saque la ropa que piensa ponerse, etc.) Si tiene una cita durante el día, salga quince minutos antes de lo necesario para llegar a tiempo.

      * No confíe en su memoria. Use un calendario y anote las citas que tenga, la fecha de entrega de un proyecto, cuándo debe retirar la ropa de la tintorería, la fecha de pagos que deben realizarse, etc.

      * Evite hacer algo, que después de haberlo hecho, lo obligue a decir una mentira.

      * Tenga duplicados de todas sus llaves., lleve un duplicado de la llave de su auto en su cartera, aparte de la que tiene en el llavero.

     * Ponga en práctica el mantenimiento preventivo. Repare o reemplace aquello que no funciona. 

     *Co

 

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