Prevenir riesgos | 23 ENE 07

Complementos dietéticos: mejor no abusar

Algunas hierbas medicinales, minerales y otros suplementos implican riesgos para la salud.

DAN HURLEY 
 
En octubre de 1993, durante una sesión del Senado de EE UU destinada a tratar un proyecto de ley para regular las hierbas, las vitaminas y otros complementos dietéticos con la presunción de que eran seguros, el senador republicano Orrin G. Hatch habló en su defensa. Los remedios a base de hierbas "llevan siglos en el mercado", afirmaba, y añadía: "De hecho, en su mayoría, llevan 4.000 años en el mercado y el verdadero problema es el riesgo. Y ninguno de estos productos entraña un gran riesgo". Esa opinión benigna quedó plasmada en el proyecto de ley cuando fue aprobado por ambas cámaras al año siguiente. Aunque la ley, la Dietary Supplement Health and Education Act de 1994

[Ley de Educación y Salud de los Suplementos Dietéticos], prohibió a los fabricantes decir que sus productos "tratan, curan o previenen" cualquier enfermedad, les permitía hacer afirmaciones más vagas basadas en una norma que no les exigía realizar pruebas. Y decía: "los complementos dietéticos son seguros en una amplia gama de ingestas, y los problemas de seguridad con esos complementos son relativamente inusuales".

Pero, entonces, ya se estaba creando en un segundo plano una base de datos nacional permanente que acumulaba pruebas sólidas de que algunos complementos conllevan riesgos de lesión y muerte, y que los niños pueden ser especialmente vulnerables.

Desde 1983, la Asociación Americana de Centros de Control de Envenenamiento ha llevado estadísticas sobre informes de envenenamientos causados por todo tipo de sustancias, entre ellas los complementos dietéticos. Ese primer año hubo 14.006 informes relacionados con el consumo de vitaminas, minerales, aceites esenciales -que no están clasificados como complementos dietéticos pero se venden de manera generalizada en tiendas de complementos- y remedios homeopáticos. Ese año no se clasificaron las hierbas, porque entonces casi no se utilizaban.

En 2005, la cifra se había multiplicado por nueve: se informó de 125.595 incidentes relacionados con vitaminas, minerales, aceites esenciales, hierbas y otros complementos. En total, durante ese periodo de 23 años, la asociación -una organización nacional de centros estatales y locales dedicados a los envenenamientos- ha recibido más de 1,6 millones de informes sobre reacciones adversas a esos productos, incluidas 251.799 que fueron lo bastante graves como para requerir hospitalización. De 1983 a 2004 se comunicaron 230 muertes causadas por los complementos, y las cifras anuales han pasado de 4 en 1994, el año en que se aprobó el proyecto de ley sobre los complementos, a un récord de 27 en 2005.

Puede que el número de muertes sea mucho mayor. En abril de 2004, la agencia del medicamento y los alimentos de EE UU (Food and Drug Administration o FDA) dijo haber recibido 260 informes de defunciones relacionadas con hierbas y otros complementos no vitamínicos o minerales desde 1989. Pero un estudio de 2000 no publicado que preparó para el organismo Alexander M. Walker, por aquel entonces jefe de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de Harvard, concluía: "Un cálculo más aproximado es que se comunica a la FDA menos del 1% de los efectos adversos graves causados por complementos dietéticos. La verdadera proporción podría ser 10 veces menor o más".

Los complementos relacionados con la mayoría de las reacciones que se produjeron en 2005, según los centros de control de envenenamientos, fueron las vitaminas corrientes, que supusieron casi la mitad de los informes recibidos ese año, con 62.446 casos, incluida una muerte. Los minerales estuvieron relacionados con casi la mitad del total de informes, con 32.098, pero esa cifra incluía 13 muertes. Las hierbas y otros productos representaron un porcentaje todavía menor de los informes totales, con 23.769, pero 13 muertes. Los aceites esenciales se vincularon a 7.282 informes y ninguna muerte.

Entre las hierbas y otros productos especializados, la melatonina y los productos homeopáticos -preparados a partir de cantidades minúsculas de sustancias tan diversas como la sal y el veneno de serpiente- fueron los que tuvieron más informes de reacciones en 2005. Los centros de envenenamientos recibieron 2.001 informes de reacciones a la melatonina, comercializada como somnífero, incluyendo 535 hospitalizaciones y cuatro muertes. Los productos homeopáticos se relacionaron con 7.049 reacciones, entre ellas 564 hospitalizaciones y dos muertes.

Pero la mayoría de los tipos restantes de hierbas y complementos especializados también aparecen en el informe anual. En 2005, los centros para el tratamiento de envenenamientos recibieron 203 informes de reacciones adversas a la hierba de San Juan, entre ellos 79 hospitalizaciones y una muerte. La g

 

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