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Principales aspectos de la cefalea tensional y la consulta odontológica

Ciertas investigaciones reportan dos veces mayor incidencia de cefalea (dolor de cabeza) en individuos con disfunción craneomandibular que en personas que buscan atención dental de rutina.

Autor/a: Dra. Alicia Kassian Rank y Dra. Virginia Gordillo Álvarez Anestesióloga-algóloga

Fuente: año 1 * num. 3 * mayo 2006

Indice
1. Tratamiento
2. Referencias bibliográficas
3. Introducción
4. Epidemiología, Fisiopatología
5. Diagnóstico y criterios para su clasificación

Aparentemente el diagnóstico es sencillo, pero es conveniente mencionar que en gran parte de los pacientes se combinan dos o más clases de cefalea, de ahí que los criterios diagnósticos pueden corresponder a más de una de ellas. En un estudio efectuado en 1999 se encontró que el valor predictivo de estos criterios por sí solos es muy bajo. La posible causa de esto es, como se refirió anteriormente, que los pacientes pueden presentar criterios de más de un tipo de cefalea; además, estos criterios se basan principalmente en el interrogatorio y resulta difícil hallar datos en la exploración física para corroborar con certeza el diagnóstico.

Tratamiento
Al tratarse de un problema de etiología multifactorial, la terapéutica de la cefalea tensional también debe contemplar varios enfoques: el manejo psicológico, la terapia física y la farmacoterapia. Es importante hacer énfasis en los dos primeros rubros, así como en la mejoría de los hábitos de alimentación y de sueño, evitando lo más posible el uso de medicamentos, dado el riesgo de producir dependencia a causa de la cronicidad del problema, a menos que la intensidad del dolor y las repercusiones que tenga en la vida diaria del paciente obliguen a lo contrario.

Entre las herramientas del tratamiento psicológico están las terapias de relajación, biorretroalimentación, hipnosis e imaginación guiada, efectivas para disminuir la frecuencia de las crisis y mejorar la calidad de vida de los pacientes.1-2 De igual forma, se debe intentar la eliminación de los factores precipitantes que se hayan identificado.

La terapia física puede incluir los tratamientos con ultrasonido o estimulación eléctrica; se recomienda el uso de calor o frío local, masaje, rutinas de estiramiento (stretching) y ejercicios aeróbicos.

En cuanto al abordaje farmacológico, éste puede ser sintomático o profiláctico. El tratamiento sintomático más recomendable se basa en antiinflamatorios no esteroideos, con la finalidad de evitar la dependencia de otro tipo de medicamentos, especialmente en la cefalea crónica.

Es conveniente diseñar un esquema ordenado de tratamiento para los pacientes con cefalea tensional tanto episódica como crónica, con el objetivo de conseguir resultados más congruentes. Aunque es difícil lograr un consenso a nivel internacional sobre lo anterior, si se considera la opinión y la discusión entre el equipo multidisciplinario involucrado en la terapéutica (médicos, odontólogos, psicólogos y terapistas físicos) y se reportan la experiencia y hallazgos de cada unidad hospitalaria periódicamente, quizá sea posible simplificar las opciones de abordaje para esta patología tan común que en ocasiones puede representar un verdadero problema terapéutico.