El Prof. Valentín Fuster, presidente del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), aseguró que el ámbito de la prevención de las enfermedades cardiovasculares se centrará en el futuro próximo en actuar a través de tres mecanismos de defensa, como estimular las células de la médula ósea para proteger el endotelio, administrar estatinas de forma precoz a pacientes de riesgo, y lograr el aumento del colesterol HDL en sangre, ya que "se han mostrado eficaces".
Durante el I Curso de Imagen Cardíaca no Invasiva, celebrado en el Hospital Ruber Internacional de Madrid, el cardiólogo recalcó que "el avance tecnológico genético está muy lejos de la aplicación clínica y aunque tiene un futuro extraordinario, el poder pronosticar y predecir el desarrollo de eventos cardiovasculares, será a largo plazo".
En concreto, el director del Instituto Cardiovascular del Hospital Mount Sinaí de Nueva York (Estados Unidos) explicó que una de las posibilidades sobre las que se podría actuar es administrar fármacos que estimulen una médula ósea sana para que generen células que "creen vasos pequeños de defensa del endotelio (capa de células que cubre el interior de los vasos sanguíneos)".
Concretamente, dos avances genéticos significativos relacionados con el endotelio han demostrado que "la enzima que da lugar al óxido nítrico es fundamental para mantener dicha capa y la alteración de un gen (MEF24) favorece que la enfermedad cardíaca progrese rápidamente al impedir la reparación del endotelio". En este sentido, sostuvo que "hay genotipos diferentes que influyen en el proceso".
Asimismo, recalcó que la administración de estatinas es fundamental en la defensa de un paciente con riesgo cardíaco, ya que logran bajar el colesterol mal, disminuyendo la grasa de las arterias.
En el campo de la tecnología de la imagen, el Prof. Fuster comentó que el futuro de la utilización de estas técnicas se debe dedicar a los pacientes que tienen muchos factores de riesgo aunque no tienen una enfermedad cardíaca, para poder detectarla, ya que posiblemente está oculta.
Por otra parte, durante el curso, el director de la Unidad de Diagnóstico Cardiovascular no Invasivo del Hospital Ruber Internacional, Dr. José Luis Zamorano, resaltó que "la fiabilidad del TAC de 64 detectores aplicado al diagnóstico cardiovascular es prácticamente del cien por cien en valores predictivos negativos".
En cualquier caso, explicó que "de haber alguna lesión en el corazón, la fiabilidad también es altísima y permite detectar problemas que antes podían pasar desapercibidos, con lo que en la actualidad se puede actuar rápidamente practicando la intervención más indicada para solucionarlos".
Además, en la reunión se destacó el avance que ha supuesto el TAC de 64 detectores sobre los anteriores (dotados con 16 detectores), al favorecer que sólo sea necesario registrar una media de 5 latidos cardíacos (entre 7 y 9 segundos de apnea) para lograr una imagen tridimensional totalmente precisa del árbol coronario.