Revisan los parámetros irreales de la belleza femenina | 29 OCT 06

De súper flacas a cuerpos XL, la moda que viene

El caso de una modelo que se recuperó de su anorexia inauguró una nueva etapa en las pasarelas. Ahora, empiezan a brillar las "rellenitas".

Georgina Elustondo

Se propuso pertenecer al jet set de la moda, ser lo que su genética le negaba con insistencia, y lo logró. Tenía apenas 14 años cuando un cazador de bellezas le pidió 20 kilos menos para instalarla en las pasarelas del mundo, y no lo dudó. Afinó su cuerpo a base de lechuga, coliflor y ocho horas de ejercicio diario y en apenas meses cumplió todos los requisitos: 1,75 metro, 44 kilos, anorexia galopante. Los principales desfiles y portadas premiaron su sacrificio y la sumaron a sus estrellas, pero la fantasía se esfumó en breve. Al borde de la desnutrición, necesitó recuperar peso y salió de escena hasta hace un año, cuando logró reinstalarse como abanderada de una nueva tendencia: las modelos XL.

Hoy, con 75 kilos y unas curvas que dan que hablar, Crystal Renn es la diva de Jean Paul Gaultier, reina en los desfiles de Milán y cotiza alto entre las diosas de la agencia Ford Models. "La dieta me estaba matando. Me deprimí cuando Ford me ofreció incluirme en el book de modelos para talles especiales, pero tenía que curarme", contó en un reportaje.

Fue duro, pero el deseo de superar su anorexia la ayudó a duelar su carrera de top model y entregarse a la nueva etapa. "Mejor no me pudo ir", celebra hoy, a los 20, "gordita pero feliz". En 2005 Vogue le propuso un desnudo que deslumbró al mundo y ya no paró: desde entonces le puso cuerpo y sensualidad a publicidades de firmas de la talla de Dolce & Gabanna, fue tapa de People y Vanity Fair y hace un mes inauguró la Fashion Week italiana.

No es la única. Renn suma sus curvas generosas a una tendencia que pisa fuerte en Europa y Estados Unidos: la revisión de ciertos parámetros irreales de belleza femenina que, apuntalados por los "grandes" de la moda, terminaron fomentando la anorexia y acercando a la mujer a una estética más cercana a la androginia y lo masculino que a los tradicionales encantos de su género.

La pulposa Sophie Dahl y la supermodelo Emme dan testimonios de los nuevos tiempos, pero el batacazo más resonante estuvo en manos de los organizadores del desfile de la Pasarela Cibeles, en Madrid: en setiembre, días antes de su edición, anunciaron que no permitirían desfilar a modelos con menos de 56 kilos y un índice de masa corporal (un coeficiente que se obtiene a partir de la relación entre peso y estatura) inferior al 18%, el valor recomendado por la Organización Mundial Salud.

Fue tal la conmoción que generó en e

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024