Objetivo:
Valorar e forma prospectiva el desempeño de las normas de decisión clínica de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la faringitis estreptocóccica en países en vías de desarrollo.
Diseño:
Validación prospectiva de una regla de predicción clínica.
Lugar:
Tres clínicas en Río de Janeiro (Brasil), Cairo (Egipto) y Zagreb (Croacia).
Pacientes:
Participaron 1810 niños de 2 a 12 años que consultaron en forma consecutiva desde Septiembre de 2001 haata Agosto de 2003 por odinofagia. Se excluyeron a aquellos que presentaban al menos uno de los siguientes: uso de antibióticos orales o intramusculares en los últimos tres ó 28 días previos a la consulta respectivamente, historia de fiebre o carditis reumática o enfermedades concomitantes que requirieran hospitalización.
Medición de resultados principales:
Las normas de la OMS establecen que debe sospecharse la presencia de faringitis por estreptococo B-hemolítico del grupo A (SBHGA) y realizar el tratamiento empírico de la misma en todo niño menor de cinco años que presente exudado faríngeo y ganglios cervicales con evidencias de inflamación. Se realizó el examen clínico de todos los niños por médicos entrenados para dicho fin. Las muestras fueron procesadas en los laboratorios de cada centro, cuyo personal fue capacitado según lo establecido por la OMS, considerándose al cultivo como prueba diagnóstica de referencia de faringitis estreptocóccica.
Resultados principales:
La tabla 1 describe las características de los pacientes enrolados.
Tabla 1: características de los pacientes por centro
DE: desvío estándar.
En los niños menores de cinco años, la sensibilidad de las normas de la OMS en el diagnóstico de faringitis por SBHGA fue baja en los tres países. No obstante, la especificidad fue uniformemente alta para ambos grupos de edad (Tabla 2) no hallándose diferencias estadísticamente significativas entre grupos.
Conclusiones:
Las actuales normas de la OMS para la detección de faringitis estreptocóccica presentan alta especificidad pero escasa sensibilidad, lo que conduce a que no sean tratados hasta 96% de los niños con cultivo positivo para SBHGA. Por lo tanto no son ideales para los países en vías de desarrollo que presenten alta incidencia de enfermedad reumática.