Eligen el bingo y las tragamonedas. | 05 ABR 06

Cada vez son más las mujeres adictas al juego.

Bajó la edad de iniciación y atrae mucho a jubiladas.

Con el cigarrillo en una mano y un marcador negro en la otra, Rosita tacha en el cartón azul cada uno de los números que el bolillero arroja en su favor. Pero antes de completar la serie numérica que le tocó en suerte, otra voz se adelanta y grita: “¡Bingo!”

Son las 11 de la mañana de un día gris y en el bingo del barrio de Belgrano –una de las cinco salas habilitadas en la Capital–, con capacidad para 1100 personas, se respira un aire denso. Enfrascados, con la vista fija en esos pequeños cartones que descartan ronda tras ronda, hay alrededor de 150 jugadores, de los cuales son mujeres el 80 por ciento, mayormente, de entre 40 y 65 años.

“Es cierto que las mujeres siempre se inclinaron por el bingo y las tragamonedas, pero el número de jugadoras compulsivas va en aumento. Hace 10 años, el 80% de los jugadores que atendíamos en el hospital eran hombres, contra el 20% de mujeres. Hoy, las mujeres son casi el 40%”, afirmó la doctora Susana Calero, psiquiatra y jefa del Servicio de Adicciones del hospital Alvarez.

Entre algunos de los argumentos, la especialista mencionó que la edad de iniciación está bajando: de 35/40 años pasó a los 25/30. “Otro dato que se desprende de nuestras estadísticas es que cada vez más jubiladas concurren a las salas de juego. "Al principio, los hijos lo aprueban porque creen que así se entretienen, que el juego es simplemente un motivo de distracción y diversión, pero cuando se convierte en un problema se desesperan y piden ayuda", señaló Calero.

Los resultados del estudio que se realizó en el Alvarez, un trabajo que incluyó 200 casos, también confirmaron que, a diferencia de los hombres, en la lista de preferencias ellas siguen eligiendo el bingo, las tragamonedas y la quiniela.

Salida entre amigas

"Muchas veces, venir al bingo se transforma en una salida de amigas -confesó Ruth, una mujer que ronda los 40 años y asegura conocer todas las salas de la Capital-. Vamos a tomar algo y después venimos un rato a jugar. Nos divertimos, la pasamos bien... ¿Cuánto apuesto? Depende, a veces 50, 100 pesos o más, aunque desde hace un tiempo llevo el registro de todas mis apuestas. En el balance voy abajo, pero no por mucho, de verdad."

En este sentido, Calero explicó: "Lo que empieza como una distracción social termina como una conducta compulsiva de la que no se puede escapar. Es común escuchar a las mujeres argumentar que en el bingo se hicieron un grupo de amigas, que jugar es una manera de pasar las horas y olvidarse de los problemas. Pero esto, en realidad, refleja el conflicto de soledad que sufre actualmente la mujer".

En cuanto al dinero que gastan, Calero aseguró que ésa es una confesión a las que pocas se animan. "Cuando ya no tienen plata, las que pueden les roban dinero a sus maridos, y en algunos casos de matrimonios con alto poder adquisitivo han llegado a admitir que, entre las maquinitas y la ruleta electrónica, apostaban entre 4000 y 5000 pesos por día."

Angustia, ansiedad, problemas

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024