Terapéutica | 27 MAY 07

Nuevos tratamientos para la osteoartritis precoz de la rodilla

Para cada paciente existe un tratamiento o una combinación de tratamientos que le ofrece el máximo beneficio.
Autor/a: Dres. Krishnan SP, Skinner JA, Carrington RW, Flanagan AM, Briggs TW, Bentley G. J Bone Joint Surg Br. 2006 Feb;88(2):203-5.

Tratamiento farmacológico

Inhibidores de la COX-2. Estos agentes son eficaces analgésicos y antiinflamatorios y numerosos estudios demostraron que son beneficiosos en la OA. EN los últimos 2 años surgieron evidencias de que los inhibidores de la COX-2 como el rofecoxib, producen complicaciones cardiovasculares luego de un uso prolongado (18 meses) por lo que este agente debió ser retirado del mercado. Por el momento hay que esperar las decisiones se van a tomar con el resto de los COX-2.

Glucosamina y condroitinsulfato.
La glucosamina es la hexosamina del keratan sulfato, que es el glicosaminoglicano presente en el cartílago hialino junto con el condroitinsulfato. Estas moléculas dan la característica viscosa al cartílago hialino y actúan como amortiguadores o almohadillas.

Se especula que estos agentes tienen más de un mecanismo de acción estimulando la producción de matriz cartilaginosa y disminuyendo la expresión de enzimas proteolíticas. También mejorarían el fluido sinovial y tendrían cierta acción antiinflamatoria.
Los estudios controlados con la glucosamina han dado resultados dispares y no se aconseja administrarla a personas diabéticas debido a que afecta el metabolismo de la insulina.

Viscosuplementación. Originariamente empleada en veterinaria para la artritis de los caballos de carrera, la viscosuplementación (ácido hialurónico), se aplica extensamente para la OA de rodilla. El ácido hialurónico es un componente natural del líquido sinovial y contribuye a la homeostasis de la articulación. En la OA, tanto la concentración como el peso molecular del ácido hialurónico están disminuidas lo cual reduce la visco-elasticidad del líquido sinovial. El mecanismo de acción, por lo tanto, sería el restablecimiento de las características químicas y mecánicas del líquido sinovial.

Una vez inyectado en la articulación, el ácido hialurónico permanece entre horas y días, pero el efecto clínico dura varios meses. Se postula también que el ácido hialurónico tendría acción analgésica y antiinflamatoria. También se utilizan los hilanos que constituyen un entrecruzamiento de moléculas de ácido hialurónico que les confiere un mayor peso molecular, mayor elasticidad y mayor permanencia en la articulación.

La dosis recomendada es una inyección intraarticular semanal durante 3–5 semanas, aunque existen preparaciones de moléculas más grandes que se administran como dosis únicas. Luego de 6 meses se puede repetir el tratamiento que será más efectivo si hubo una respuesta favorable luego de la aplicación anterior.

Un reciente metanálisis encontró que el ácido hialurónico fue realmente eficaz en los pacientes tratados, si bien hubo cierta disparidad en los resultados, particularmente en los pacientes mayores de 65 años o con lesiones de OA avanzada radiológicamente. El beneficio en general es comparable con el que producen los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), pero sin los efectos colaterales de éstos.

Corticoides Intraarticulares. Los corticoides inhiben la cascada inflamatoria e inmunitaria en varios niveles. Suprimen la migración celular, inhiben la presentación de los macrófagos a los linfocitos, aumentan la apoptosis de los linfocitos T inmaduros y activados y reducen la expresión de citoquinas proinflamatorias.

Están contraindicados en la sepsis, en las zonas donde hay prótesis y en las infecciones de tejidos vecinos. Los estudios controlados demostraron que los corticoides intraarticulares son significativamente más efectivos que el placebo, pero no son superiores al ácido hialurónico. Entre los corticoides, se observó que la triamcinolona fue más efectiva que la betametasona.

Tratamientos quirúrgicos

Desbridamiento artroscópico. Esta técnica incluye lavado y desbridamiento y condroplastia térmica. El mecanismo de acción es multifactorial e incluye la estimulación de fibrocartílago y reparación tisular secundaria a digestión enzimática de la matriz extracelular.
Los resultados clínicos son impredecibles y no se puede establecer la duración de la reparación del fibrocartílago. Con una adecuada selección, los pacientes con artritis degenerativa precoz y síntomas mecánicos de bloqueo o atrapamiento articular se pueden beneficiar con estos procedimientos. Los estudios clínicos controlados muestran mejorías significativas entre el 50% y el 80% de los pacientes. Quienes más se benefician son los pacientes con escaso daño radiológico y anatómico del cartílago.

Microfracturas. Consiste en producir microfracturas con alambre puntiagudo de Steinman en la superficie articular expuesta. No debe profundizarse más de 4 mm y no más de 3-4 orificios por cm2 y la carga de peso debe ser eliminada por un período de 6 a 8 semanas. Luego de realizadas las microfacracturas los defectos se cubren con hematomas produciendo un ambiente de c

 

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