Sexología: la química del placer. | 03 FEB 06

Los beneficios de la vida sexual

Más allá del plano psicológico, la actividad sexual hace un importante aporte a la salud física. Mitos, realidades y consejos de los especialistas.
Fuente: Clarín 

A principios del siglo XX, el psicoanálisis abrió las puertas del estudio de la sexualidad humana. Luego de cien años de investigaciones, existen bibliotecas enteras acerca de las propiedades curativas del sexo en la salud.

"La actividad sexual levanta la autoestima, estimula la creatividad, promueve el autoconocimiento y revitaliza", enumera la psicóloga Gloria Fernández, presidenta de la Asociación Multidisciplinaria para la Salud y la Sexualidad.

Pero más allá del aspecto psicológico, social y cultural de la sexualidad, la ciencia viene estudiando el complejo mecanismo biológico que se pone en juego en el momento de la pasión. Y aunque todavía no esté completamente descifrada, la química del sexo tiene mucho para decir sobre los beneficios que una vida sexual satisfactoria puede reportar a la salud en general.

Antes

Ya en el proceso de seducción y deseo comienzan a jugar un papel importante las hormonas. En las mujeres, los estrógenos, generados por los ovarios en la vida fértil. "Estas hormonas sexuales preservan la atracción femenina, mantienen las características del cabello y la piel y reducen el apetito", explica el doctor Alberto Nagelberg, médico endocrinólogo y sexólogo del Hospital Durand.

"La hormona sexual masculina por excelencia es la testosterona —agrega—. Mantiene activa la libido, la fuerza muscular, la erección y la producción seminal, y también disminuye la grasa abdominal". Ambas hormonas, además, tienen reconocidas propiedades antidepresivas y pueden mejorar el humor y disminuir tanto la irritabilidad como la angustia.

Durante

En plena "intimidad", la revolución química aporta más soldados a la causa de la salud. El psiquiatra y sexólogo Adrián Sapetti, presidente de la Sociedad Argentina de Sexualidad Humana, detalla: "En los coitos placenteros, ovarios, testículos y corteza suprarrenal liberarían mayores cantidades de una hormona llamada de-hidro-epi-androesterona (DHEA), que promueve la energía sexual. Paralelamente, se está estudiando si la DHEA podría tener un efecto antienvejecimiento".

Otra sustancia que entra en escena antes del estallido del clímax es el óxido nítrico. "Es una sustancia vasodilatadora que permite la erección en ellos y la lubricación en ellas. Además, al dilatar también otras arterias, mejora la circulación", cuenta el doctor Sapetti.

Placer

"El orgasmo —dice el médico sexólogo Juan Carlos Kusnetzoff— es la sensación más placentera que puede experimentar el ser humano". Lo que causa esta sensación es, según el profesional, "producto de un 'tsunami' biopsicológico con una enorme descarga de hormonas, enzimas y fluidos". Algunas sustancias protagonistas de la excitación sexual y el orgasmo son:

Oxitocina: hormona producida por el hipotálamo, en el cerebro. Produce la contracción del útero en el parto y, también, en el orgasmo. En los hombres, facilita la movilidad de los espermatozoides. "Y en ambos sexos —explica Sapetti— es la responsable de gran parte de la vía por donde transcurre el placer sexual". Tanto que ya se están estudiando sus posibles aplicaciones farmacológicas para mejorar el placer sexual femenino.

Endorfinas: neurotransmisor con propiedades sedantes y analgésicas. "Algo así como una morfina interna", grafica Kusnetzoff. "Hay estudios que indican que las endorfinas pueden elevar el umbral de dolor, combatir el estrés y aliviar ciertas dolencias crónicas como la lumbalgia", revela Nalgelberg. Además del sexo, la risa y el deporte son otras de las actividades que ayudan a liberar endorfinas.

Prolactina: hormona sexual que interviene en la lactancia y el ciclo sexual femenino. "En los hombres —cuenta Nagelberg— se observan picos de esta sustancia que podrían generar la sensación de saciedad sexual."

Después

Cuando pasó lo mejor, los neurotransmisores (dopamina, serotonina y noradrenalina) decretan el toque de queda y la paz vuelve al cuerpo. "Por eso el sexo tiene, también, una función reguladora del sueño", observa el doctor Sapetti. Y aunque este bienestar suele estar asociado con una mejora en la salud, el doctor Juan Carlos Kusnetzoff advierte: "El sexo hace bien, no hay dudas, pero a no confundirse: es la buena salud la que permite el buen sexo, y no al revés. Ningún problema, físico o psicológico, se soluciona en la cama".

Feromonas: el aroma del deseo.

¿Por qué hay parejas que tienen "buena química"? La pregunta no tiene aún una respuesta científica, pero se puede esbozar una respuesta a partir de las feromonas, una sustancia inodora similar a las hormonas sexuales, pero segregadas al aire por las axilas, el pene y otras partes del cuerpo.

"Dentro de las fosas nasales se encuentra el órgano Vómero-Nasal (OVN) —explica el otorrinolaringólogo Alberto Eduardo Dodero, del Htal. de Clínicas—, con el que los animales perciben las feromonas sexuales, pero que en el ser humano está atrofiado".

"La relevancia del OVN en la conducta sexual humana es discutible", dice el profesional. De todos modos, hoy en día se venden perfumes importados que (dicen) tienen

 

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