El nuevo lenguaje. | 23 ENE 06

Los mensajes de texto, cada vez más confusos.

Los chicos crean códigos incomprensibles.

“Qndo n v?”, pregunta por celular Paloma, de 12 años, a su amiga Romina, que acaba de volver de sus vacaciones. La respuesta llegó enseguida: “Toy en ksa. Ymme”.

Rápido, informal y por momentos confuso hasta para quienes lo usan. Así es el nuevo código lingüístico empleado por muchos chicos y jóvenes en los mensajes de texto de sus celulares o para chatear por Internet. Salpicada de contracciones, abreviaturas, iconos y números, la nueva jerga desarrollada para agilizar la comunicación a veces también puede complicarla.

Degradación del lenguaje, búsqueda de mayor expresividad, penetración de la oralidad en la lengua escrita y hasta un negocio que termina en la publicación de diccionarios son algunas de las consecuencias, entre apocalípticas y prometedoras, que trae esta tendencia.

Cada día, en la Argentina se envían 18 millones de mensajes de texto, según un estudio de la consultora Price & Cooke. El intercambio de mensajes cortos, que en inglés se abrevian SMS (Short Message Service), creció aquí un 800% entre 2003 y 2004.

Son muchos. Y también son muchas las transgresiones y modificaciones que se hacen del lenguaje, en nombre de la rapidez. "Escribo «tb» en lugar de «también», y «q», en lugar de «que»", confiesa Mariana, estudiante de Ciencias Económicas, de 23 años.

Se trata de conocer el código, un conjunto de abreviaturas y contracciones de palabras y frases, con el objeto de comunicarse en forma rápida y económica. Así, por ejemplo, para despedirse muchos jóvenes envían "salu2", en lugar de los tradicionales "saludos"; se limitan a escribir "a2" en lugar de "adiós", y reemplazan el "beso" por una tímida y solitaria "b". Los más crípticos desean "QT1BD" es decir, "¡Que tengas un buen día!" y para los enamorados, el romántico "te quiero", puede sintetizarse un "t kiero" o en un económico "tq".

Nora Alessandrini es profesora de geografía en dos colegios de Morón desde hace 20 años, y ve cómo las alteraciones del lenguaje se mudan de Internet y de los celulares a las hojas de papel de sus alumnos. "Mezclan números con letras, reemplazan la preposición «por» por la letra equis, y toman eso como norma."

Consultado por LA NACION, el filólogo José Luis Moure explicó que en esta forma de comunicación se pasa por alto todo elemento de corrección gramatical, como acentos y mayúsculas, ya que molestan y demoran.

Hablo, luego escribo

"Los códigos de la oralidad han entrado en la lengua escrita como contrabandistas. Los chicos ya no usan un vocabulario sofisticado ni construcciones complejas", dice Moure. Pero aclara: "Esto no es causa del chateo; es algo previo, ya que la escuela a veces no cumple su función y el chico no puede distinguir la frontera entre la oralidad y la escritura".

"Escriben como hablan", dice Paula Iglesias, profesora de Lengua, en tercer año, de una escuela de la zona sur de Buenos Aires. "Y como resultado de sus innovaciones, terminan por no entender lo que escriben." Si el que produce el mensaje tiene esa dificultad, ¿qué le espera al receptor?

"A veces recibo mensajes con abreviaturas que no entiendo", dice Fernando, de 19 años, estudiante de Comunicación Social, y confiesa

 

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