Antecedentes:
La hipótesis de los autores sugiere que la técnica video asistida debería acelerar el aprendizaje para la intubación orotraqueal con fibróptico flexible (IF) en los pacientes pediátricos, ya que los anestesiólogos que asisten pueden dar instrucciones precisas cuando ambos ven la vía aérea mientras el residente intenta realizar una intubación.
Métodos:
Veinte residentes de anestesia clínica de segundo año, novatos en la IF pediátrica, fueron seleccionados al azar para que formen parte del grupo tradicional (fibroscopio monocular tradicional) o del grupo con cámara (fibroscopio video asistido). Uno de dos anestesiólogos supervisó a cada residente durante la IF de 15 niños saludables de 1-6 años.
Se registró el tiempo desde que se retiró la máscara hasta la confirmación de la localización endotraqueal del tubo, mediante la detección de dióxido de carbono al final de la corriente aérea. Los intentos de intubación fueron limitados a 3 minutos y tenían 3 oportunidades para hacerlo. El principal resultado medido, cantidad de éxitos o fracasos, se comparó entre ambos grupos. También se comparó la tasa de fracasos y el número de aciertos.
Resultados:
Se intentaron 300 intubaciones en pacientes; 8 fallaron. En promedio, los residentes pertenecientes al grupo con cámara fueron más veloces, fueron tres veces más propensos a tener éxito al intubar en cualquier tiempo dado durante un intento, y necesitaron menos intentos por paciente, comparados con aquellos pertenecientes al grupo tradicional.
Conclusiones:
El sistema con cámara integrada parece ser superior para capacitar a los residentes para la intubación fibróptica en niños.