Contaminacion Ambiental

El impacto de la contaminación ambiental sobre el corazón puede ser tan perjudicial como haber sido fumador

El análisis de datos correspondientes a 50.000 certificados de defunción de adultos estadounidenses concluye que la polución del aire está estrechamente ligada al riesgo de muerte cardiovascular

Un nuevo trabajo publicado en "Circulation" por investigadores de la New York University School of Medicine (Estados Unidos), uno de los más exhaustivos sobre los efectos a largo plazo de la polución del aire sobre la salud humana, según sus autores, concluye que los habitantes de las ciudades norteamericanas se enfrentan a un riesgo aumentado de morir como consecuencia de un infarto de miocardio como resultado de su exposición continuada a la contaminación ambiental.

Para el Dr. George Thurston, uno de los principales autores, "está claro que la exposición a largo plazo a los niveles de polución del aire a los que se exponen habitualmente los norteamericanos contribuye de forma significativa a la cardiopatía isquémica". "Cuando observamos los datos –añade- vemos que el riesgo aumentado de morir a causa de algunas formas de enfermedad cardíaca entre los no fumadores que viven en ciudades contaminadas es comparable al riesgo incrementado provocado por haber sido fumador".

El análisis publicado se basa en datos recogidos por la Sociedad Americana del Cáncer sobre la causa de muerte de unos 50.000 adultos a los largo de un período de 16 años (1982-1998), así como en datos de los niveles de contaminación ambiental en las ciudades del país.

Los mismos datos ya dieron lugar a un estudio que se publicó el año pasado en "JAMA" y que concluía que la exposición a la contaminación del aire aumentaba significativamente el riesgo de mortalidad por cáncer pulmonar y cardiopatía, incremento del riesgo similar al derivado de vivir con un fumador.

En el nuevo estudio, clasificaron en primer lugar las causas de muerte en cardiopatía isquémica u otras formas de enfermedad cardíaca (hipertensión, aneurisma aórtico, etc.).

Los resultados muestran que la exposición a largo plazo a partículas microscópicas contaminantes aumenta en un 31% el riesgo de muerte por cardiopatía isquémica. Según los autores, el aumento del riesgo es comparable al de un ex fumador (33%).