Un error es el fracaso de una acción planeada para obtener un objetivo deseado [1]. Un error quirúrgico puede tener severas consecuencias y puede causar efectos adversos. Se ha estimado que entre 45.000 y 98.000 muertes por año en los Estados Unidos son el resultado de eventos médicos adversos prevenibles.
La competencia quirúrgica comprende una combinación de buena toma de decisiones (antes, durante y después de la operación), el desempeño del equipo (cirujanos, anestesistas, enfermeras y otros miembros esenciales del mismo) y habilidades técnicas. Estos factores junto con una alta tasa de operaciones tienden a reducir la mortalidad y morbilidad de los pacientes. Entonces, ¿Cómo adquieren los cirujanos en entrenamiento las habilidades que necesitan para reducir los errores durante sus carreras?
Evitando la catástrofe
El entrenamiento en cirugía ha sido recientemente examinado en el Reino Unido, haciendo énfasis en la evaluación continua partiendo desde el estilo tradicional de aprendizaje. En los últimos años varios cursos quirúrgicos han sido desarrollados para ayudar al cirujano en formación durante su entrenamiento. Ellos pueden reducir su tasa de error en la práctica experimentando los aspectos de la toma de decisiones, el desempeño del equipo y las habilidades en técnica quirúrgica. Esto es similar al Crew Resource Management del entrenamiento en las industrias de aviación, espacio, petróleo y nucleares, en donde los errores pueden ser catastróficos; la participación en esos entrenamientos y evaluaciones reduce el número de errores en la práctica [3].
Fallas del sistema
Sin embargo, este tipo de entrenamiento quirúrgico es ad hoc en el Reino Unido y depende fundamentalmente de la motivación individual del entrenador y del entrenado y de la disponibilidad de experticia local. Es bien reconocido que el error médico y la desgracia son principalmente una consecuencia de fallas en el sistema organizacional más que de errores individuales [4]. La mayoría de los errores en cirugía son cometidos por cirujanos motivados y formados [5]. Por lo tanto, es importante para el cirujano en formación reconocer bien las deficiencias del sistema de entrenamiento y de la organización, así como las propias.
Una vía posible para reducir los errores en cirugía es el acercamiento a los sistemas, que involucra subdividir áreas claves en las siguientes: conocimiento de los factores humanos, presentación de la recolección de datos y mejora en el entrenamiento [4]. En el presente, este abordaje en seguridad quirúrgica es incompleto y no extensamente practicado.
Artículo comentado por el Dr. Rodolfo Altrudi, editor responsable de IntraMed en la especialidad de Cirugía General.