Ante un paciente con hemorragia intraventricular, el diagnóstico debe basarse en los datos de la historia clínica, examen físico y los estudios imagenológicos.
Historia clínica:
Se debe hacer énfasis en el embarazo y antecedentes perinatales (edad gestacional, parto, manipulación neonatal)1,3,4.
Clinica:
Los síntomas pueden aparecer en las primeras 12 a 24 horas de vida como un cuadro sistémico acompañado de convulsiones neonatales, deterioro del estado de conciencia, fontanela tensa, aumento súbito del perímetro cefálico, hipoactividad, hipotonía, anomalías pupilares o de la movilidad ocular, como la mirada fija, alteración en el patrón respiratorio y crisis tónicas generalizadas con deterioro del estado general. En general presentan coma, convulsiones, bradicardia, crisis de apneas, hiperglucemia, secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIHAD) o acidosis metabólica no corregible.
Cerca de la mitad de los casos de hemorragia intraventricular cursan silenciosas; debe sospecharse en los pacientes con factores de riesgo y en ellos el diagnóstico se presume por disminución súbita del hematocrito una vez excluidas otras causas de sangrado y se confirma mediante ecografía transfontanelar.
Datos de laboratorio:
Debe considerarse como análisis de rutina en todo recién nacido pretérmino con mínimo compromiso neurológico la realizacion de una punción para extraer líquido cefalorraquídeo (LCR): El análisis citoquímico se encuentran eritrocitos, aumento de proteínas y dis
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