El pioderma gangrenoso es un diagnóstico de exclusión y el diagnóstico equivocado de un pioderma gangrenoso puede generar complicaciones importantes en pacientes que presentan otras causas de ulceración cutánea severa.
Métodos:
Se revisaron las historias clínicas de 240 pacientes con diagnóstico de pioderma gangranoso que habían sido evaluados en la misma institución médica entre 1975 y 2000, incluyendo 157 pacientes consecutivos tratados por un supuesto pioderma gangrenoso entre 1984 y 1992. También se realizó una revisión de la literatura existente en idioma inglés.
Resultados:
Un total de 95 pacientes (49 de la institución médica estudiada y 46 descriptos en la literatura) presentó úlceras cutáneas con un parecido clínico al pioderma gangrenoso. Los diagnósticos finales fueron enfermedad oclusiva vascular o venosa, vasculitis, cáncer, infección primaria, injurias tisulares exógenas o inducidas por drogas y otros trastornos inflamatorios.
De los 95 pacientes estudiados, 64 habían sido tratados por pioderma gangrenoso durante un período medio de 10 meses (rango, 3 a 180). Estos 64 incluyeron 15 de los 157 pacientes consecutivos tratados por pioderma gangrenoso en la institución médica (10%).
De las úlceras de los 64 pacientes tratados por pioderma gangrenoso, se observó que en 23 pacientes (36%) las mismas no respondieron al tratamiento por pioderma gangrenoso, en 8 (12%) estuvieron exacerbadas por el tratamiento y 15 (23%) mejoraron con el tratamiento.
Conclusiones:
El diagnóstico erróneo de pioderma gangrenoso no es poco frecuente y expone a los pacientes a riesgos asociados con su tratamiento. Una evaluación minuciosa es requerida en todos los pacientes con sospecha de pioderma gangrenoso para descartar diagnósticos alternativos.