Varias modificaciones se realizaron en los anticonceptivos orales en el afán de disminuir el riesgo como ser, la reducción de la dosis de estrógenos y producir cambios en el progestágeno. El "riesgo de trombosis arterial en relación a los anticonceptivos orales" (Risk of Arterial Thrombosis in Relation to Oral Contraceptives: RATIO) es un estudio caso-control sobre la relación de la enfermedad arterial al uso de anticonceptivos orales en mujeres de 18 a 49 años en Holanda. Se comparan las distintas preparaciones.
Se encontró que el uso de anticonceptivos orales aumenta el riesgo de un primer episodio de infarto de miocardio. Comparado con las no usuarias, las mujeres que utilizaron anticonceptivos orales de primera y segunda generación tuvieron un mayor riesgo pero los resultados no fueron concluyentes para las usuarias de anticonceptivos orales de tercera generación.
El primer reporte de trombosis coronaria asociada con el uso de anticonceptivos orales se describió en 1963.(1) Estudios posteriores establecieron que el uso de anticonceptivos orales era un factor de riesgo para desarrollar una trombosis venosa o arterial.(2,3,4,5,6,7) Varias modificaciones se realizaron en los anticonceptivos orales en el afán de disminuir el riesgo como ser, la reducción de la dosis de estrógenos y producir cambios en el progestágeno.
Los anticonceptivos orales que contienen estrógenos y como progestágeno el desogestrel o el gestodeno, disponible desde 1980, se asocian con el doble de riesgo de trombosis venosa comparado con otros anticonceptivos orales combinados.(8,9,10,11,12) Se ha sugerido que estos anticonceptivos orales de tercera generación protegen contra el infarto de miocardio teniendo un efecto favorable en el perfil lipídico,(13,14,15) porque los estudios muestran que las mujeres que utilizan estos tipos tienen un ligero aumento en los niveles de lipoproteínas de alta densidad.(15,16) Sólo algunos pocos trabajos que estudiaron la asociación entre los anticonceptivos orales y el infarto de miocardio, incluyeron una comparación entre los progestágenos de segunda y tercera generación y los resultados han sido contradictorios.(17,18,19,20,21)
Se investigó si el uso de anticonceptivos orales de baja dosis combinada afecta el riesgo de infarto de miocardio. Se estableció el efecto del tipo de progestágeno utilizado (levonorgestrel comparado con el gestodeno o el desogestrel), la dosis de estrógeno y la presencia de la mutación del G1691A en el gen del factor V (factor V Leiden) y la mutación en el G20210A en el gen de la protrombina, que se ha visto asociada con el infarto de miocardio en mujeres jóvenes (22,23) y con un mayor riesgo de trombosis venosa en usuarias de anticonceptivos orales.(24)
Material y métodos:
El "riesgo de trombosis arterial en relación a los anticonceptivos orales" (Risk of Arterial Thrombosis in Relation to Oral Contraceptives: RATIO) es un estudio caso-control sobre la relación de la enfermedad arterial al uso de anticonceptivos orales en mujeres de 18 a 49 años en Holanda.
Identificación de las mujeres con infarto de miocardio:
Las mujeres de 18 a 49 años que fueron internadas por un primer episodio de infarto de miocardio entre enero de 1990 y octubre de 1995. Se consideró un infarto a la presencia de síntomas, aumento de las enzimas cardíacas y cambios en el electrocardiograma.25 De las 321 mujeres que fueron internadas en alguno de los 16 centros que participaron en el trabajo, 29 (9%) fueron excluidas: 19 murieron durante la admisión, 9 murieron entre el alta y el comienzo del estudio y una no pudo participar. De las 292 pacientes restantes, 21 no pudieron localizarse y 23 no quisieron participar (una tasa de respuesta del 85%).
Grupo control:
El estudio fue diseñado para investigar tres tipos de enfermedad arterial: el infarto de miocardio, el stroke isquémico y la enfermedad periférica arterial. Las pacientes se reclutaron por un sistema de llamado telefónico randomizado.(26) Se seleccionaron mujeres de 18 a 49 años sin antecedentes coronarios, cerebrales ni de enfermedad arterial periférica. Se llamaron a 1259 mujeres de las cuales 925 accedieron a participar y reenviaron el cuestionario (73%).
Recolección de datos:
El cuestionario enviado a las pacientes y a los controles incluyó preguntas demográficas, el uso de anticonceptivos orales, los antecedentes obstétricos, peso y talla, el antecedente de hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia, cigarrillo y los antecedentes familiares de enfermedad cardiovascular. Los anticonceptivos orales fueron divididos en cuatro grupos de acuerdo al tipo de progestágeno: de primera generación conteniendo linestrenol o noretindrona, de segunda generación conteniendo levonorgestrel, de tercera generación conteniendo desogestrel o gestodene y anticonceptivos orales con estrógenos y otro progestágeno (ciproterona o norgestimato) o un progestágeno solo. También clasificamos a los anticonceptivos orales de acuerdo con la dosis de estrógenos. Las mujeres fueron categorizadas de acuerdo al uso de anticonceptivos orales (nunca, previo o actual). Se extrajo sangre o muestras bucales de 217 pacientes (88%) y 763 controles (82%) que se realizaron análisis de ADN para el factor V Leiden y la mutación G20210A en el gen de la protrombina. Se utilizó la reacción de cadena de polimerasa.(27,28)
Artículo comentado por la Dra. Marisa Géller, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Tocoginecología.