Repercusiones subjetivas y opiniones

Pacientes psiquiátricos que participan de investigaciones clínicas

Se encuestó en forma anónima a 25 pacientes psiquiátricos que habían participado como sujetos experimentales.

Autor/a: Dr.Sergio A Strejilevich. *

Indice
1. Desarrollo
2. Población
3. Resultados
4. Discusión
5. Conclusiones
6. Bibliografía

Mucho del desarrollo de nuevos conocimientos en las ciencias médicas suele desembocar en la necesidad de realizar ensayos clínicos con humanos. El creciente impulso que presenta hoy la investigación clínica en el campo de la salud mental ha generado una enorme cantidad de adelantos para el tratamiento de algunas de las enfermedades más penosas que deben soportar los seres humanos. Sin embargo, la participación de humanos en investigaciones siempre será -y así debe ser- un problema de cuidadoso debate y análisis.

Uno de los aspectos que deben ser tenidos en cuenta es la repercusión psicológica subjetiva que experimentan estos individuos al participar en dichas experiencias. Es decir, investigar los sentimientos y sensaciones vinculadas a su participación y la forma en que evalúan sus  repercusiones. Este aspecto debe ser especialmente tenido en cuenta cuando los participantes presentan trastornos psiquiátricos.

La mayoría de estas enfermedades determina una mayor vulnerabilidad al estrés: por ello es esperable una mayor repercusión negativa como consecuencia del estrés desarrollado durante la participación en investigaciones (3). Por otra parte, esta circunstancia ha sido utilizada muchas veces para desalentar o negar la participación de personas afectadas por enfermedades psiquiátricas en ese tipo de experiencias. 

Que estas personas puedan sentirse presionadas a participar o tratadas como "ratas de laboratorio" han sido en ocasiones los argumentos que algunos colegas nos han presentado al negarse a que sus pacientes participaran en protocolos de investigación. Más aún, se otorga a esta repercusión psicológica un aura de inaccesibilidad e inconmensurabilidad que lleva a punto muerto cualquier discusión al respecto.

Sin embargo, el análisis sistemático de la dimensión subjetiva y el de la "opinión del usuario" esta tomando un creciente impulso tanto en el terreno de la psiquiatría como en la medicina en general. Aunque este aspecto suele aún ser subestimado en la práctica clínica y en los procedimientos de investigación, hay actualmente un buen número de evidencias empíricas que demuestran que la cuantificación sistemática de la valoración subjetiva no sólo es posible (7, 2), sino que muchas veces encuentra una mejor correspondencia con dimensiones de análisis (como p.ej. en la adhesión al tratamiento, la calidad de vida (1)  y la evolución de la enfermedad (8) que la encontrada con algunas variables tradicionales de corte objetivo (como, v.gr., síntomas y signos psiquiátricos, dosis y tipo de medicación).

Fue nuestro interés indagar sobre la repercusión subjetiva y la opinión de las personas con trastornos psiquiátricos durante su participación voluntaria en varios protocolos de investigación realizados por nosotros*. Para esto, diseñamos una autoencuesta anónima destinada a verificar estas variables que fue relevada entre 25 pacientes que habían participado de al menos, una de estas experiencias.

Método:

Esta encuesta anónima constó de 7 ítems. Se la entregó a los pacientes luego de explicarles su contenido y aceptar participar en la investigación (consentimiento escrito). El formato de la encuesta fue el de "elección múltiple". Se instruyó explícitamente a los encuestados para que  utilizaran más de una respuesta como correcta, de creerlo conveniente. De esta manera se pretendió dar más libertad en las elecciones y poder comunicar sentimientos incluso contrapuestos.

Por la misma razón, en algunas preguntas los pacientes podían contestar en dos niveles: uno -obligatorio- en que contestaban en términos absolutos (Bien, Mal, Indiferente)  y otro -optativo- en que podían  agregar mayor información a la respuesta e, incluso, relativizar el primer nivel de respuesta. Se incluyó un espacio para volcar material libre y voluntario; éste fue utilizado sólo en dos ocasiones y con material de contenido positivo ("Todo estuvo 10 puntos" y "muchas gracias").

Dos pacientes, pese a las instrucciones de anonimato, utilizaron este espacio para anotar sus nombres, pero  luego de señalárseles su error, autorizaron de todos modos la utilización del material. En los gráficos se transcriben textualmente las preguntas de la encuesta y las distintas opciones de respuesta.

Para el llenado de la encuesta, el paciente permanecía solo en una habitación, y podía solicitar ayuda de considerarla  necesaria. Se lo instruía para que, luego de completarla, la depositara en una caja en donde se encontraban las otras. Las encuestas no fueron codificadas de ninguna manera. No se interrogó sobre diagnóstico ni edad, hecho que si bien impidió investigar algunas variables, buscó garantizar aún más la sensación de confidencialidad por parte de los encuestados. Los datos fueron procesados con el paquete estadístico S.P.S.S. para Windows.

*.Médico Psiquiatra. Equipo de Investigaciones Clínicas. Servicio de Psicopatología, Htal. H.G.A. Parmenio Piñero - Buenos Aires, Argentina.