Un artículo publicado en el último número de "The Lancet" refiere dos casos de pacientes con enfermedad de Parkinson sometidos a estimulación cerebral profunda para aliviar sus síntomas.
Lo sorprendente de este caso es que ambos pacientes presentaban desde hacía décadas trastorno obsesivo compulsivo, cuyos síntomas desaparecieron casi por completo tras ser sometidos al tratamiento para el Parkinson.
Según los autores del artículo, del Hôpital de la Pitié-Salpêtrière de París, es posible que la estimulación cerebral profunda, en la que se implantan quirúrgicamente electrodos en determinadas zonas del cerebro para estimularlas eléctricamente, sea de ayuda para pacientes graves con trastorno obsesivo compulsivo.
Los pacientes, un varón de 51 años y una mujer de 50, padecían el trastorno desde hacía décadas. Ella era obsesiva por la limpieza y él por las cerraduras, que comprobaba cada 3 horas desde hacía 40 años.
"Es improbable que la desaparición de los actos compulsivos y la mejoría en relación con las obsesiones de los dos pacientes hayan sido consecuencia de variaciones naturales en la severidad del trastorno obsesivo compulsivo, pues los síntomas se habían mantenido estables durante décadas", escriben los autores.
Lancet 2002;360:1302-1304
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