Se define como hiperprolactinemia a las concentraciones de prolactina mayores de 20 ng/mL en por lo menos dos oportunidades.
El método de medición varía en cada laboratorio por lo que hay que tener en cuenta el valor normal para cada laboratorio.
Los valores de prolactina varían en muchas condiciones fisiológicas como dormir, comer, ovular, el embarazo y el stress. (1) Por lo tanto, una muestra ideal se debe sacar en ayunas, con al menos dos horas de estar despierta y en la fase folicular del ciclo. Si los niveles de prolactina están elevados en dos análisis separados y se descartó un hipotiroidismo o la ingesta de ciertas drogas que aumentan los niveles de prolactina, se puede comenzar a pedir imágenes diagnósticas.
Algunos autores consideran el estudio imagenológico cuando los valores de prolactina son mayores a 100 ng/mL. (2) pero también se han reportado tumores con concentraciones de prolactina de 30 ng/mL. (3)
En los casos de galactorrea con concentraciones normales de prolactina se debe dosar el factor de crecimiento insulínico-1 (IGF-1) para hacer el diagnóstico de acromegalia, una enfermedad que suele estar presente de 6 a 10 años antes del diagnóstico. (4) También se debería dosar el IGF-1 en mujeres con hiperprolactinemia y galactorrea.
Si la paciente toma neurolépticos, la mayoría de las veces no se puede suspender la medicación para determinar si los valores de prolactina se normalizan. Si las concentraciones de prolactina eran normales antes de comenzar el tratamiento, no hay que preocuparse. Pero, si la paciente tiene cefaleas persistentes, se puede pedir una resonancia magnética nuclear (RMN).
La radiografía de silla turca no es de gran utilidad. Cuando se quiere pedir un diagnóstico por imágenes se debe solicitar una RMN.La RMN de la hipófisis debe interpretarse cuidadosamente. Antes, los radiólogos se basaban en la altura y la forma de la glándula. Si la altura vertical era mayor de 7 mm o la forma superior era convexa se consideraba que se estaba en presencia de un microadenoma (un adenoma menor de 10 mm de diámetro).
Hoy se sabe que las mujeres pueden tener hipófisis normales con una forma superior convexa y un diámetro vertical mayor de 7 mm. El número de radiólogos que revisan la RMN también afecta al diagnóstico. En un estudio reciente de Hall y colaboradores se vio que había un 40% de chances que una RMN de silla turca de una paciente normal sea interpretada como un adenoma oculto si era vista por un solo radiólogo; esta probabilidad disminuyó a un 3% cuando las placas fueron evaluadas por tres o más radiólogos. (5) Además, se encontró un 10% de mujeres y hombres con valores normales de prolactina con una lesión insignificante (incidentaloma).(6) Estas lesiones son generalmente adenomas cromófobos no secretantes que no producen ninguna patología.
Los adenomas de hipófisis no están encapsulados. Son nidos de células lactotropas que secretan más prolactina que lo normal. Si el adenoma mide menos de 10 mm se considera un microadenoma o microprolactinoma y si es mayor se lo denomina macroadenoma o macroprolactinoma.
La mitad de los tumores de hipófisis secretan prolactina y casi todos son benignos. El resto secretan otras hormonas o son no secretantes. Cuando hay otro tipo de tumor, suele haber hiperprolactinemia porque la presencia de otro tumor altera la inhibición que normalmente ejerce el hipotálamo sobre los lactotropos.
Dado que las pacientes con hiperprolactinemia suelen tener hecho un dosaje de TSH, LH y FSH, sólo debe agregarse el dosaje de la hormona de crecimiento (GH) y de ACTH. El screening de una lesión secretora de GH debe hacerse midiendo los niveles de IGF-1. Se sospecha de una lesión productora de ACTH si los niveles de cortisol libre de 24 horas están elevado.Si la lesión no llega hasta el quiasma óptico no es necesario evaluar el campo visual.
Puntos a tener en cuenta:
- Un único dosaje de prolactina no es suficiente para hacer diagnóstico de hiperprolactinemia.
- Las mujeres suelen tener menos alteraciones de la hipófisis por la forma de la misma.
- Los agonistas dopaminérgicos son el tratamiento standard de la hiperprolactinemia por lesiones secretantes de hipófisis.
- El riesgo del agrandamiento de los tumores de hipófisis durante el embarazo es del 1.6% en mujeres con microadenomas y del 15.5% en mujeres con macroadenomas.
- La cirugía es la última opción en el manejo de las lesiones hipofisarias. No está indicado salvo que la paciente tenga síntomas neurológicos por la expansión tumoral.