La falla renal aguda (ARF) que requiere diálisis en pacientes críticos, se encuentra asociada con un índice de mortalidad intrahospitalaria del 50 hasta el 80%. A pesar de que a nivel mundial la terapia estándar de reemplazo renal es la hemodiálisis intermitente (IHD), recientemente han surgido nuevas modalidades alternativas, tales como la hemodiálisis continua y las técnicas por hemofiltración.
Dado que hasta la actualidad no se han desarrollado estudios que comparen estas dos últimas técnicas, un grupo de investigadores de la Universidad de California, EE.UU., realizó un estudio controlado, randomizado y multicéntrico con el objetivo de comparar las dos modalidades de diálisis (IHD frente a hemodiafiltración continua) para el tratamiento de la ARF en una unidad de terapia intensiva (ICU).
Durante el estudio, los investigadores evaluaron un total de 166 pacientes randomizados, en quienes fueron medidos los resultados referentes a mortalidad hospitalaria y en la ICU, el período de estadía hospitalaria y la recuperación de la función renal.
Los resultados evidenciaron que utilizando un análisis de la intención de tratamiento, las mortalidades totales en la ICU e intrahospitalarias fueron del 50.6 y del 56.6%, respectivamente. La terapia continua estuvo asociada con un incremento en la mortalidad en la ICU (59.5 vs. 41.5%, P < 0.02) e intrahospitalaria (65.5 frente a 47.6%, P < 0.02) en comparación con la diálisis intermitente. El promedio del estadía en la ICU, desde que fue realizada la consulta nefrológica, fue de 16.5 días y fue observada una recuperación total de la función renal en el 34.9% de los pacientes, sin existir diferencias significativas entre los grupos.
A pesar de la randomización, existieron diferencias significativas entre los grupos en relación a varias covariables independientemente asociadas con la mortalidad, incluyendo sexo, falla hepática, puntajes de APACHE II y III y número de sistemas con fallas en el organismo. Estas diferencias evidenciaron una tendencia a favor del grupo sometido a una diálisis intermitente. Utilizando un análisis de regresión logística para ajustar los desequilibrios entre las asignaciones de los grupos, la tasa de muerte asociada con la terapia continua fue de 1.3 (95% CI, 0.6 a 2.7, P = NS). Una investigación detallada realizada sobre el del proceso de randomización falló al intentar explicar las diferencias marcadas observadas en la asignación de los pacientes.
Los hallazgos relevados evidencian que es posible realizar un estudio controlado y randomizado de las modalidades alternativas de diálisis. A pesar de las potenciales ventajas de las técnicas continuas, los investigadores no encontraron evidencia de un beneficio en la supervivencia generado por la hemodiafiltración continua comparada con la IHD.
Es importante observar que este estudio no controló otras decisiones clínicas importantes u otras estrategias de manejo de apoyo que son ampliamente variables (por ejemplo, apoyo nutritivo, hemodinámico, tiempos de iniciación y la dosis de la diálisis) y que podrían materialmente influenciar los resultados en la ARF.Los investigadores sugieren que para responder de manera óptima a los cuestionamientos que se desprenden de esta investigación será necesaria la estandarización de varios aspectos sobre el cuidado y el tamaño extremamente amplio de las muestras seleccionadas.