Desde junio de 2000 a marzo de 2001, en los dos centros fueron tratados mediante FOTOV®, 42 miembros inferiores, 40 safenas internas y 7 externas, en un total de 32 pacientes; 21 mujeres y 11 varones; con edades entre 32 y 75 años.
El procedimiento se realizó indistintamente con dos tipos de anestesia, bloqueo peridural o infiltración local para la disección safeno femoral o safeno poplítea y neuroleptoanestesia como apoyo.
En 37 miembros inferiores, se realizó la disección quirúrgica del cayado de la vena safena interna y la ligadura con sección de sus colaterales, ligando el cayado al ras de la vena femoral (Op de Robinson, modificada por nuestro grupo). En la safena pre y submaleolar en los casos en que fue posible (25) se realizó una punción con aguja 18G a través de la que se introduce la fibra óptica. En el resto (12) fue necesario disecar la safena distal, lográndose de esta forma canalizarla con la fibra elegida. Se hace progresar la misma verificándose el ascenso por transdermoiluminación del puntero de láser de diodo visible de 635nm.
Es de hacer notar que en la mayoría fue posible hacerla avanzar sin inconvenientes. Se visualiza en la safena proximal, seccionada y reparada previamente, el extremo libre de la fibra emergiendo. Se comienza a entregar una energía de entre 10 y 14 watts (de acuerdo al diámetro de la vena ), en forma contínua y en modo contacto retirándola simultánea y lentamente, comprimiendo el trayecto de la vena y verificando el efecto de fototermocoagulación venosa.
Se trataron siete safenas externas insuficientes. Con el paciente en decúbito ventral se la disecó proximal y distalmente para luego introducir la fibra del tobillo al hueco poplíteo realizándo el tratamiento con igual técnica.
En cinco pacientes no se realizó la disección quirúrgica del cayado de la safena interna, llevando a cabo la técnica FOTOV ® en dos de ellos bajo visión directa angioscópica y en los tres restantes bajo control ecoguiado.
Todas la colaterales y perforantes insuficientes se trataron mediante la punción distal con aguja18G y la canalización a través de ésta con la fibra óptica, realizándo la fototermocoagulación de las mismas, con potencias variables de 6 a 10 watts.
El tratamiento endovenoso con láser de venas varicosas ha sido propuesto realizarlo en forma ecoguiada, o bajo angioscopía.(4-5-9-10) exclusivamente. De esta forma, según la técnica, permanecen permeables 2 cm. de la safena proximal, segmento donde anatómicamente desembocan la mayoría de las colaterales superiores e internas del cayado, exponiendo a estos pacientes al síndrome del cayado residual.
Nuestra experiencia, arriba expuesta, la hemos desarrollado con la disección quirúrgica safeno-femoral o safeno-poplítea, en la mayoría de los pacientes por creer que es esta la solución radical del reflujo vertical. En los cinco casos descriptos que no realizamos esta técnica, el reflujo preoperatorio era leve.
A partir de los 6 meses de postoperatorio, se solicitaron ecodoppler de control, describiéndose un trayecto fibroso en el trayecto de la vena safena, ausencia de la misma y en un porcentaje menor se demostró la safena permeable y de paredes gruesas. Se realizaron en el postoperatorio inmediato biopsias de segmentos venosos post-láser, informándose fibrosis de la pared venosa.
LLevamos un seguimiento de 10 meses de los primeros tratamientos con esta técnica, remitiendo los síntomas manifestados en el preoperatorio, en algunos pacientes se palpa un cordón fibroso en el trayecto de la vena safena en involución y en un escaso número hiperpigmentación del trayecto tratado.