Estas son las conclusiones de un nuevo estudio realizado por investigadores del Baptist Medical Center, Wake Forest University (EE.UU.), presentado ante la Sociedad Americana de Hipertensión, en una reunión recientemente realizada en San Francisco.
Según sus autores, este es el primer estudio que cuantifica un aumento en 26 veces de la impotencia entre hombres con hipertensión que actualmente son fumadores, un índice que duplica al de los fumadores que lo han dejado.
Los exfumadores con hipertensión arterial tienen 11 veces más propensión a la impotencia que los no fumadores. El hábito de fumar y la impotencia han sido ya relacionados en anteriores estudios por otros investigadores y se ha denominado "relación dosis" al hecho de que cuantos más cigarrillos se fumen al día mayor es la posibilidad de contraer la disfunción eréctil.
Sin embargo, la mayor parte de estos estudios se han centrado en conjuntos de pacientes sometidos a tratamientos urológicos o cardiológicos, más que a aquellos que se encuentran en cuidados primarios y son más representativos de la población general. Además de inhibir la capacidad de conseguir una erección total, el tabaco acelera la aterosclerosis y, cuando los conductos sanguíneos del área pélvica se estrechan, esto contribuye a reducir el flujo sanguíneo del pene.