Alto impacto emocional y riesgo a largo plazo | 09 MAR 24

La falta de sueño nos hace menos felices y más ansiosos

La recopilación más completa de investigaciones sobre el sueño y las emociones hasta la fecha
Autor/a: Cara A. Palmer, Joanne L. Bower, Kit W. Cho, Michelle A. Clementi, et al. Sleep Loss and Emotion: A Systematic Review and Meta-Analysis of Over 50 Years of Experimental Research

Perder el sueño es algo muy preocupante. No solo nos cansa: puede aumentar la ansiedad, degradar el estado de ánimo y socavar por completo nuestro funcionamiento emocional, según un estudio realizado por la profesora de Psicología de la Universidad de Houston, Candice Alfano, autora principal del informe. El estudio, publicado por la Asociación Estadounidense de Psicología en la revista Psychological Bulletin, sintetizó más de 50 años de investigación sobre la privación del sueño y el estado de ánimo.

Según investigaciones, más del 30% de los adultos y hasta el 90% de los adolescentes no duermen lo suficiente, lo que puede tener un poderoso impacto en sus emociones.

“Las emociones gobiernan prácticamente todos los aspectos de nuestra vida diaria, y privarnos del sueño parece ser una forma segura de elegir a un terrible gobernador. Nuestros hallazgos confirman que incluso cuando el sueño es sólo levemente deficiente, hay cambios negativos mensurables en la forma en que reaccionamos ante los eventos cotidianos”, informa Alfano, quien también es director del Centro del Sueño y la Ansiedad de Houston. Dos de los colegas de Alfano, Cara Palmer y Joanne Bower, son los primeros autores del informe.

"En nuestra sociedad, en gran medida privada de sueño, cuantificar los efectos de la pérdida de sueño sobre las emociones es fundamental para promover la salud psicológica", dijo Palmer, profesor asistente de la Universidad Estatal de Montana. "Este estudio representa la síntesis más completa de la investigación experimental sobre el sueño y las emociones hasta la fecha, y proporciona pruebas sólidas de que los períodos de vigilia prolongada, duración más corta del sueño y despertares nocturnos influyen negativamente en el funcionamiento emocional humano".

El equipo analizó datos de 154 estudios que abarcan cinco décadas, con 5.715 participantes en total. En todos esos estudios, los investigadores interrumpieron el sueño de los participantes durante una o más noches. En algunos experimentos, se mantuvo a los participantes despiertos durante un período prolongado. En otros, se les permitió dormir menos tiempo de lo habitual y en otros se les despertó periódicamente durante la noche. Cada estudio también midió al menos una variable relacionada con las emociones después de la manipulación del sueño, como el estado de ánimo autoinformado de los participantes, su respuesta a los estímulos emocionales y las medidas de los síntomas de depresión y ansiedad. 

La profesora de Psicología Candice Alfano ha publicado el análisis más completo de la investigación sobre el sueño y las emociones a lo largo de cinco décadas.

En general, los investigadores encontraron que los tres tipos de pérdida de sueño generaban menos emociones positivas como alegría, felicidad y satisfacción entre los participantes, así como un aumento de los síntomas de ansiedad, como un ritmo cardíaco rápido y una mayor preocupación.

 

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