De herencia ancestral a problema moderno | 23 ENE 24

El enigma de las muelas del juicio

Probablemente jugaron un papel crucial en la masticación eficiente
Autor/a: Por María Ximena Perez  Agencia de Noticias Científicas dela UNQ

Qué son y por qué pueden generar problemas de salud. Cómo la alimentación moldea la anatomía humana. La voz de una especialista.

Las muelas de juicio son cuatro piezas, dos en la parte superior y dos en la parte inferior, y forman parte del conjunto de 32 dientes permanentes que todo ser humano tiene. 

Las muelas del juicio, también conocidas como terceros molares, son motivo de inquietud para muchos debido a los problemas que pueden ocasionar, desde extremo dolor hasta la necesidad de extracción. Pero, ¿por qué persisten estas piezas dentales y cuál es su propósito en la evolución humana? “Son una herencia de nuestros antepasados. Hace muchos años atrás la alimentación era distinta, por lo que se requería de los ‘terceros molares’ para poder comer carne cruda y raíces, por ejemplo, y aquellos  alimentos que requerían de una fuerza masticatoria con mandíbulas más prominentes”, dice a la Agencia de Noticias Científicas de la Universidad Nacional de Quilmes, María de las Mercedes Pérez, odontóloga, especialista en Ortodoncia.

La extracción de las muelas del juicio es una intervención habitual debido a los trastornos que puede llegar a originar, afectando incluso a las piezas dentales más cercanas.

Estas muelas, que aparecen entre los 17 y 25 años, son llamadas así porque surgen en la etapa en que se supone que el ser humano puede emitir juicios. A pesar de su asociación con molestias, son estructuralmente similares a los molares anteriores y su presencia se atribuye a la evolución humana. La erupción de estas piezas dentarias puede variar: algunas personas las experimentan sin problemas, alineándose correctamente con otras muelas; aunque, sin embargo, otras pueden enfrentarse a erupciones parciales, lo que dificulta la higiene oral y aumenta el riesgo de infecciones.

“Las muelas impactadas, incapaces de erupcionar completamente debido a la falta de espacio o mala alineación, pueden causar dolor, inflamación y aumentar el riesgo de infecciones”, explica Pérez. Y agrega: “El malestar incluye hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en la zona. Por eso, en casos de falta de espacio o problemas de alineación, se puede recomendar la extracción para prevenir complicaciones.”

Funciones antiguas y realidad moderna

 

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