Con motivo de conmemorarse el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, especialistas de la Red de Hospitales Universitarios de la UBA (Universidad de Buenos Aires) advirtieron sobre más casos y mortalidad de esta dolencia entre mujeres, patrón que se incrementó en las últimas dos décadas.
Agregaron que si esta tendencia se mantiene, se prevé que en los próximos 20 años las mujeres superen a los hombres en estos parámetros y advirtieron que la enfermedad se diagnostica en pacientes femeninas cada vez más jóvenes, en especial en las grandes ciudades, así como en países desarrollados y de mayores ingresos.
Este fenómeno puede atribuirse a que el hábito de fumar se popularizó entre mujeres más tarde que en los hombres. Además, la mayor cantidad de consultas las habían realizado históricamente los varones, hasta que se equipararon y se visibilizaron los casos en aumento en el sexo femenino.
A pesar de ello, una vez detectada la enfermedad, las mujeres tienen mejor pronóstico de sobrevida que los hombres.
La doctora Mónica Castro, jefa de la Unidad Funcional de Oncología Torácica del Instituto Ángel Roffo explica que el cáncer de pulmón es la principal causa de muerte por cáncer en hombres y la segunda en mujeres a nivel mundial. “Sin embargo, en la Argentina podemos ver, en correlación con datos internacionales, una tendencia al aumento de la mortalidad por cáncer de pulmón en mujeres en las últimas dos décadas, mientras que en los hombres se observa un descenso”, indicó la médica.
Estas tendencias pueden explicarse debido a la aparición, cada vez mayor, de casos de mujeres que comenzaron a fumar en las décadas de 1970 y 1980.
Por otra parte, y quizás asociado a campañas de concientización, en los últimos años es menor el porcentaje de hombres que fuman, de allí el descenso de casos y de mortalidad asociada.
“En cambio, las mujeres son un grupo clave, son el blanco de la industria tabacalera, ya que el fumar es percibido como una forma de establecer relaciones sociales, controlar la ansiedad y el peso corporal. Además, tanto por una cuestión cultural, como de mayor poder adquisitivo, las mujeres jóvenes de las grandes ciudades occidentales acceden con mayor facilidad al hábito de fumar, y dicha población no solo es más vulnerable al hábito tabáquico, sino que también es a la que le resulta más difícil dejarlo” analiza la doctora Castro.
Y destaca que “si la tendencia de un aumento de mujeres y un descenso de hombres fumadores se mantiene, podría predecirse que, en dos décadas, las mujeres pueden superar en mortalidad a los hombres”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el 48% de los hombres y el 10% de las mujeres son fumadores a nivel global. Y alrededor de dos tercios del total de los cánceres de pulmón son consecuencia del consumo de tabaco.
Sin embargo, el 53% de las mujeres y el 15% de los hombres que desarrollan este tipo de cáncer son no fumadores. “Además del tabaco, existen diversos factores que contribuyen al desarrollo de cáncer de pulmón. Algunos son exógenos, como el gas radón y el asbesto; la exposición laboral a tinturas, radiaciones, etc.; la combustión a madera o carbón dentro del hogar; la polución ambiental y el hecho de ser fumador pasivo. Y, dentro de los endógenos están los hormonales; los antecedentes de otro cáncer y los factores hereditarios (historia de cáncer de pulmón en familiares de primer grado: padres, hermanos, hijos), entre otros”, detalla la especialista del Instituto Roffo.
En cuanto a la detección temprana del cáncer de pulmón, la misma es muy importante ya que, según estudios realizados recientemente en Europa y Estados Unidos, demostraron que pueden reducir la mortalidad en un 20%.
“La detección puede llevarse a cabo con la realización de Tomografía Computada de Tórax de baja dosis (TCBD) anualmente en individuos de alto riesgo. Esta población está definida por la edad (50-80 años) y porque aún fuman o dejaron de fumar hace menos de 15 años un mínimo de 20 paquetes al año”, explicó la doctora Castro. Sin embargo, como las mujeres hoy en día fuman menor cantidad de cigarrillos anualmente que los hombres “esto dificulta que sean candidatas para el ingreso en un programa de tamizaje o rastreo por imágenes de nódulos pulmonares, por lo que se cree que están subrepresentadas en los ensayos de detección más importantes”.
Por último, la médica resalta que en las diferencias entre ambos sexos, una de las más importantes parece ser el hecho de que las mujeres tienen una tasa de sobrevida mayor que los hombres, ya que “el cribado (pruebas de diagnóstico temprano) del cáncer de pulmón en las mujeres parece favorecer la detección de la mayor incidencia de adenocarcinoma, subtipo de cáncer de pulmón, con un tiempo de progresión más lento”.