5 cosas que necesita saber | 12 SEP 23

Síndrome cardio-renal

Un resumen de las recomendaciones vigentes
Autor/a: Wen Qing Wendy Ye, Mohammad Azfar Qureshi and Bourne Auguste Cardiorenal syndrome

Los puntos centrales del manejo clínico actualizado del síndrome cardio-renal

 1. El síndrome cardio-renal es una interacción fisiopatológica bidireccional entre el corazón y los riñones.

Ocurre debido a una disfunción aguda o crónica en un órgano que conduce a una disfunción en el otro. Los mecanismos subyacentes incluyen llenado insuficiente de las arterias, activación neurohormonal, congestión venosa y disfunción endotelial.

 2. Se asocia con una mayor mortalidad entre pacientes con insuficiencia cardíaca.

Alrededor del 60% de los pacientes con insuficiencia cardíaca descompensada tienen enfermedad renal crónica (ERC) con una tasa de filtración glomerular estimada (TFGe) inferior a 60 ml/min/1,73 m2.  Los pacientes con insuficiencia cardíaca y ERC tienen un aumento del 27% en la mortalidad, en comparación con los pacientes con insuficiencia cardíaca y función renal normal. Una disminución de la TFGe de 10 ml/min/1,73 m2 aumenta la mortalidad en un 15 %.

 3. Los pacientes con síndrome cardio-renal deben ser tratados con inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) o bloqueadores de los receptores de angiotensina (BRA).

Estos agentes reducen el riesgo de muerte y prolongan el tiempo hasta la enfermedad renal terminal. Tanto los inhibidores de la ECA como los BRA deben ajustarse hasta la dosis máxima tolerada, siempre que el paciente no presente hipotensión o hiperpotasemia sintomática. Aunque los inhibidores del receptor de angiotensina-neprilisina se pueden usar en lugar de los inhibidores de la ECA o los BRA para la insuficiencia cardíaca, se desconocen sus efectos protectores renales.

 4. Los inhibidores del cotransportador de sodio-glucosa-2 (SGLT2) deben agregarse a los inhibidores de la ECA o los BRA para la protección renal y cardiovascular.

Una vez que la TFGe de un paciente se estabiliza (> 20 ml/min/1,73 m2) durante 3 meses con un inhibidor de la ECA o un BRA, se debe iniciar un inhibidor de SGLT2, como empagflozina (10 mg/día). Independientemente de la diabetes, los inhibidores de SGLT2 reducen el riesgo de progresión de la insuficiencia renal en un 37%.

 5. Los pacientes con síndrome cardio-renal se benefician del tratamiento médico orientado por las directrices vigentes.

Los pacientes con una TFGe inferior a 60 ml/min/1,73 m2 o con un riesgo estimado de insuficiencia renal a 5 años superior al 5% tienen un alto riesgo de empeorar la enfermedad renal y se debe considerar la derivación a nefrología. La participación de médicos de atención primaria, la atención de transición al alta hospitalaria y el seguimiento clínico multidisciplinario pueden aumentar la adopción de la terapia médica dirigida por las guías.

 

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