Tras 20 meses sin medicación

“Paciente de Ginebra”: control del VIH post trasplante de médula ósea

Lo trataron por una leucemia agresiva. A diferencia de los otros cinco casos de “cura funcional”, el donante no tenía una mutación genética que protege contra el virus.

Investigadores del Instituto Pasteur (Francia) y los Hospitales Universitarios de Ginebra (Suiza) presentarán este 24 de julio en Brisbane (Australia) el sexto caso de “curación” del VIH tras un trasplante de médula ósea, conocido como el “paciente de Ginebra”. Lo harán en el marco de la Conferencia Internacional sobre la Ciencia del VIH (IAS).

Hasta el momento se consideraba que un total de cinco personas (los pacientes de Berlín, Londres, Düsseldorf, Nueva York y City of Hope) se habían “curado” probablemente de la infección por VIH tras recibir un trasplante de médula ósea proveniente de donantes portadores de la rara mutación genética CCR5-delta 32, conocida por proporcionar a las células una protección natural contra el VIH.

Ahora, según informó el Diario El Mundo, la importancia del paciente de Ginebra reside en el hecho de que el trasplante se tomó de un donante que no es portador de la mutación CCR5-delta 32. Por tanto, a diferencia de las células de otros individuos que se consideran curados, las de esta persona siguen siendo permeables al VIH. A pesar de ello, el virus seguía siendo indetectable aún 20 meses después de interrumpir la terapia antirretroviral.

El “paciente de Ginebra” vive con VIH desde principios de la década de 1990 y recibió terapia antirretroviral desde el momento del diagnóstico. En 2018, se sometió a un trasplante de células madre como tratamiento para una forma especialmente agresiva de leucemia.

Un mes después del trasplante, los análisis mostraron que las células sanguíneas del paciente habían sido sustituidas en su totalidad por células del donante, y esto vino acompañado de una reducción significativa del número de células infectadas por VIH. La terapia antirretroviral se redujo gradualmente y se interrumpió definitivamente en noviembre de 2021.

De acuerdo con el periódico español, las pruebas realizadas durante los 20 meses siguientes a la interrupción del tratamiento no encontraron partículas virales, ni reservorios virales latentes, ni ningún aumento de la respuesta inmunitaria contra el virus. Aunque estas pruebas no descartan la persistencia del VIH en el organismo, el equipo científico puede clasificar al “paciente de Ginebra” como un caso de remisión de la infección por VIH. "Lo que me ha ocurrido es maravilloso y mágico: ahora podemos centrarnos en el futuro", comentó el paciente en un comunicado.

No es para todos

Uno de los responsables de la investigación, el español Asier Sáez-Cirión, jefe de la Unidad de Reservorios Virales y Control Inmunitario del Instituto Pasteur, puntualizó que este procedimiento para “curar” el VIH "no es aplicable a gran escala debido a su agresividad".

"Pero este nuevo caso aporta conocimientos inesperados sobre los mecanismos de eliminación y control de los reservorios virales, que desempeñarán un papel clave en el diseño de tratamientos curativos del VIH", resaltó.

Este tipo de casos son aislados y no son aplicables a las millones de personas que viven con VIH en el mundo, Sin embargo, aportan nuevos elementos y estrategias para seguir trabajando en una posible cura.

Desde Fundación Huésped resaltan que aunque el procedimiento funcionó en el paciente de Ginebra, no se puede hacer en cualquier persona porque la técnica es muy peligrosa para alguien que no tiene un tipo de cáncer en la sangre.