El destacado escritor sufrió un accidente lo paralizó | 21 MAY 23

Hanif Kureishi y un nuevo libro pensado desde el hospital

El escritor británico paquistaní publicará un libro de memorias, aunque no puede escribir por sus propios medios. Saldrá en 2024, recopilará hilos de twitter y crónicas de su blog.
Autor/a: Celina Abud 

Pocos días atrás, el  novelista y guionista británico paquistaní Hanif Kureishi anunció que para 2024 publicará un libro de memorias que ahondará en cómo es su vida tras el accidente que sufrió el año pasado en Roma y que lo dejó completamente paralizado, al punto que no puede ni sostener una lapicera. Más allá de que su cuerpo está inmóvil, su cerebro piensa sin cesar y, con ayuda, se las arregló para comunicar tanto en su cuenta personal de Twitter como en un blog cómo es la vida de un escritor que hoy no puede escribir.

El volumen, que será editado por el sello Hamish Hamilton (del grupo Pengüin Random House), contendrá y ampliará material que el autor estuvo publicando en twitter y Substack -plataforma en la que tiene el blog The Kureishi Chronicles.

Desde entonces, le dicta reflexiones a su hijo, que van desde la vida en el hospital Agostino Gemelli en Italia (donde está internado desde el 10 de enero), la salud, los sentimientos de tristeza y enojo mechados con humor, los procedimientos médicos y hasta incluso los vaivenes con la inteligencia artificial, a la que tiene que usar como herramienta sin llegar a acostumbrarse del todo.

Todo cambió para el autor de Intimidad el 26 de diciembre de 2022, cuando sufrió una descompensación cardíaca que derivó en una caída mientras estaba paseando por Roma, junto a su esposa. Tras permanecer internado en terapia intensiva por varios días, siguió su recuperación en el nosocomio italiano, lugar en el que asumió que existe la posibilidad de no volver a caminar.

A la situación se le suma la incertidumbre de no saber cuándo va a poder volver a Londres, su ciudad, y la presión de los gastos médicos en un país extranjero.  Por tal motivo, el blog habilita la opción de colaborar. “Queridos lectores, mis despachos van a ser siempre libres y gratuitos para todos. No puedo usar las manos y escribo por dictado con ayuda de mi familia. Si te vuelves un suscriptor pago para apoyarme, significaría mucho para mí”, anuncia el encabezado de cada uno de sus textos. 

Es que hoy Kureishi no puede realizar tareas simples como comer por su cuenta o lavarse los dientes. Ni siquiera algo tan simbólico para un escritor como agarrar una lapicera.  “Cuando vi a un hombre saludar con la mano a su propia mujer, no podía creer que no se diera cuenta de lo profundamente complicado que era ese acto. Envidio a los que saben rascarse la cabeza. Envidio a los que saben atarse los cordones de los zapatos. Envidio a los que pueden agarrar una taza de café. Envidio a los que pueden usar sus propias manos”, dijo en uno de sus despachos.

Con la quietud, crece la urgencia de compañía. La encuentra en las visitas intermitentes pero también en sus lectores. “Cada día, cuando dicto estos pensamientos, abro lo que queda de mi cuerpo roto para intentar llegar hasta ustedes, para impedir que me muera por dentro. Ustedes me mantienen vivo”, dijo en la red social del pajarito. De hecho, su biografía actual de Twitter no le escapa al presente, sino que además, lo vuelve narración, historia clínica e historia de vida. Detalla: “Escritor. Mi hermosa lavandería. El Buda de los Suburbios. Ganador de un Whitbread y un PEN/Pinter. Miembro del King's College de Londres. Despachos desde mi cama de hospital”.

Algunas de sus frases, crudas, muestran el desencanto por el inesperado deterioro: “Es horrible estar sin esperanza, haber perdido el uso de mis manos es lo peor que me pasó. Rezo para poder tener más movilidad en el futuro, al menos en una de ellas”. O :“Mi cordura nunca fue puesta a prueba. Por desgracia, no pude volverme loco. Más que nada, estoy desesperado”.

Se adivina, entonces, que no es casualidad el tema que eligió para un concurso de textos cortos dirigido a los lectores suscriptores: “la juventud en el sentido más amplio de la palabra”. Así como Kureishi supo retratar con vigor la generación de la década del ’70, convoca a nuevas voces para que se expresen en 700 palabras. “Quiero que The Kureishi Chronicles sea más colaborativo y me encantaría tener más contribuciones de mi fabulosa comunidad (…)”, remarcó.

La escritura y el humor para pasar el tiempo

“Últimamente he sentido que me ralentizaba como escritor, como le ocurre a uno cuando se hace mayor, pero las ideas no han dejado de llegar. Personajes, voces, situaciones, estoy tan lleno de ellas como siempre, si no más. No aconsejaría tener un accidente como el mío, pero sí diría que permanecer completamente inerte y en silencio en una habitación monótona de las afueras de Roma, sin demasiadas distracciones, es sin duda bueno para la creatividad. Privado de periódicos, música y todo lo demás, te darás cuenta de que te vuelves muy imaginativo”, afirmó Kureishi con humor. Pero no se quedó ahí, sino que dobló la apuesta: “Desde que me convertí en un vegetal, nunca había estado tan ocupado”.

Este proyecto editorial es hoy su forma de expansión, por más que continúe en la misma cama.  El director de Hamish Hamilton, Simon Prosser, será quien ayude a Kureishi a hilvanar los textos que formarán el libro. "Como miles de personas, me electrizaron las palabras que comenzó a enviar al mundo en enero a través de hilos de Twitter, detallando sus pensamientos, sentimientos y recuerdos, tal como le llegaban, con extraordinaria claridad, fuerza y serenidad", había señalado Prosser al diario inglés The Guardian.

Es que los relatos más crudos se vuelven incluso más conmovedores cuando se mechan con humor, porque hacen una suerte de espejo de la propia vida. “Discúlpemne un momento, debo hacerme una enema ahora. (…) Enema hecha. De vuelta a la realidad”, llegó a decir.

Sus mirada ácida tampoco le escapa a la inteligencia artificial, y a sus herramientas que se ve obligado a incorporar por su condición, aunque muchas veces, a su pesar. “Es difícil trabajar gritándole a una computadora durante horas, y no siempre es tan eficiente. Escucho audiolibros, pero de alguna manera mi situación aquí los agria. No son tan divertidos como pensé que serían. De alguna manera se vuelven morbosos por mi sombrío estado de ánimo”. 

Con todo, sigue con las bromas: “Siempre me gustó la idea de que la inteligencia artificial (IA) me quitara el trabajo algún día”. Y tras reconocer que la herramienta podría ayudar a la creatividad, siguió con las ironías. “Esperaba que, si podía escribir un guión por mí, fuera capaz de responder a los mensajes de mi madre sin que yo tuviera que leerlos”.

Pero lejos de la ilusión (o el terror) de reemplazarlos, la IA no hizo otra cosa que dejarle más en claro el rol fundamental de los escritores y por qué son irreemplazables. “Nunca podrá hacer todo lo que escribo porque, fundamentalmente, un texto sin autor es como un coche bonito sin motor. La subjetividad es la sangre vital de una historia. Y, por lo pronto, ninguna máquina es capaz de una verdadera abstracción; todo lo que puede hacer es regurgitar lo que ha aprendido interiorizando toda la historia de la literatura y el cine. Pero hay cosas peores que tener un amigo servicial con tanta experiencia”, señaló.

Por último, reconoce a todos aquellos que lo acompañan como fundamentales: sus familiares, que lo hacen sentir “una persona normal y no un paciente”, su cuidadora Isabella, con quien expresa conocimiento mutuo y sus lectores, que estarán ahí para ver todo lo que el autor tiene para decir, todo lo que tiene para explayarse y para compartir, aunque sea, desde la impersonal cama de un hospital.

Sobre la enfermería y la escritura

Kureishi quiso escribir un tweet en reconocmiento a las enfermeras que lo rodean y que tanto hacen por él. Comprendió ellas disfrutaban la ardua tarea de ellas por pura vocación. Y sólo pudo comprender esa felicidad porque él siente el mismo llamado, sólo que al escribir. Aquí, sus conmovedoras palabras traducidas. 

 

 

Comentarios

Para ver los comentarios de sus colegas o para expresar su opinión debe ingresar con su cuenta de IntraMed.

CONTENIDOS RELACIONADOS
AAIP RNBD
Términos y condiciones de uso | Política de privacidad | Todos los derechos reservados | Copyright 1997-2024