Introducción
Las redes sociales son un espacio que permite a los adolescentes crear y nutrir relaciones sociales y explorar sus intereses. Una encuesta de 2018 en los Estados Unidos encontró que el 97 % de los adolescentes (entre 13 y 17 años) usan plataformas de redes sociales, como Facebook, Instagram y Snapchat. Las redes sociales son un sitio cada vez más importante para la adquisición de información sobre salud por parte de los adolescentes. Existen oportunidades importantes para llegar a los adolescentes a través de estas plataformas atractivas y accesibles, así como razones para tener cuidado con la posible difusión de información de salud de mala calidad, sesgada o dañina.
Nunca ha sido más evidente que durante la pandemia de COVID-19 que las redes sociales pueden difundir amplia y rápidamente información e información errónea sobre la salud.
Los adolescentes suelen estar altamente capacitados para usar Internet con fines sociales y para satisfacer sus necesidades específicas; sin embargo, es importante que los adolescentes cuenten con la experiencia y los recursos necesarios para navegar de manera segura por la información de salud en las redes sociales.
En esta revisión, la confianza se entiende como una creencia en la confiabilidad, precisión o credibilidad de algo (p. ej., una publicación en las redes sociales que contiene información sobre salud sexual). Además, la confianza es la seguridad de que los actores, objetos o procesos operarán de cierta manera. Por ejemplo, la confianza en que las plataformas de redes sociales mantendrán el anonimato o que otros usuarios no responderán negativamente a la información de salud publicada en el perfil de uno.
Antecedentes
Dado el potencial de las redes sociales para difundir información errónea sobre la salud, es importante comprender cómo los fideicomisos afectan el compromiso de los adolescentes con el contenido de salud en las redes sociales.
Objetivo
Explorar el concepto de confianza cuando los adolescentes (13–18 años) interactúan con información de salud en las redes sociales. Se realizaron búsquedas sistemáticas en cinco bases de datos relevantes (MEDLINE, EMBASE, PsycINFO, ERIC y CINAHL) junto con Google Scholar y las listas de referencias de los artículos incluidos. Los estudios se incluyeron si examinaban la confianza de los adolescentes cuando interactuaban con información de salud en las redes sociales.
Evaluación de estudios y métodos de síntesis
Se utilizó el análisis temático para sintetizar los hallazgos de esta revisión.
Resultados
Se incluyeron treinta y cuatro artículos. Se exploraron tres dominios clave: confianza en la plataforma/servicio de redes sociales (desconfianza general de las redes sociales para obtener información sobre salud, seguridad y privacidad); confianza en otros usuarios (desconfianza en usuarios desconocidos, miedo a la intimidación o al juicio, confianza en amigos o compañeros, celebridades y popularidad, confianza en la experiencia de los demás y la importancia del apoyo social); confianza en el contenido (tono y apariencia de la información de salud; experiencia y verificación; contenido publicitario, empujado y sugerido).
Limitaciones
Representación geográfica estrecha de artículos y estudios cuantitativos limitados.
Conclusiones e implicaciones de los hallazgos clave
La confianza de los adolescentes en la información de salud en las redes sociales implica una interacción compleja entre la confianza en: las plataformas de las redes sociales, otros usuarios y el contenido de salud. Un elemento central de muchos de los hallazgos es el trabajo social y de identidad realizado por los adolescentes en y a través de las redes sociales.
Resumen de los resultados e implicaciones
Los hallazgos de nuestra revisión tienen implicaciones importantes, ya que demuestran la centralidad de los amigos y las redes en la forma en que los adolescentes confían en el contenido de salud en las redes sociales. Las investigaciones futuras deberían considerar analizar cómo estas redes afectan las consideraciones de confiabilidad y las estrategias que las organizaciones de atención médica y los pediatras académicos podrían adoptar para garantizar que la información de salud relevante y de alta calidad pueda llegar a los adolescentes en las redes sociales.
Por ejemplo, las organizaciones de atención médica podrían considerar el uso estratégico de expertos o personas influyentes en las redes sociales, combinado con contenido de video de alta calidad y un mensaje simple y claro como un recurso de salud confiable para los adolescentes. Los pediatras académicos podrían considerar realizar trabajos futuros para comprender mejor cómo estas consideraciones pueden diferir entre las plataformas o servicios de redes sociales.
Las redes sociales son un vehículo prometedor para la promoción de la salud; sin embargo, como lo demuestra la pandemia de COVID-19, también tiene el potencial de difundir información errónea sobre la salud. Esto tiene implicaciones significativas para la salud de los adolescentes, dado que el contenido de salud en las redes sociales influye en las decisiones y comportamientos de salud de los adolescentes.
Es importante que los investigadores, los profesionales de la salud y otras partes interesadas reconozcan que la publicación en línea de información de salud de alta calidad y basada en evidencia a menudo es insuficiente para llegar a los adolescentes de manera significativa y, en cambio, exploren cómo más factores sociales y psicológicos como la identidad y la confianza afectan el compromiso de los adolescentes con el contenido de salud en las redes sociales.
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