Están causalmente relacionados con mal salud

Las graves consecuencias para la salud del abuso y la negligencia infantil

Los médicos deben mirar más allá de los síntomas físicos para atender a las personas con trauma profundo

Los expertos en protección infantil están implorando a los médicos que amplíen su deber de cuidado para garantizar que el trauma oculto de los pacientes no sea pasado por alto por síntomas físicos y enfermedades más evidentes.

Es un movimiento para reducir las crecientes tasas de enfermedades crónicas y problemas de salud mental en Australia, muchos de los cuales están subrayados por un trauma profundo como resultado del abuso y la negligencia infantil.

En un editorial publicado en el British Medical Journal esta semana, la profesora Leonie Segal de la Universidad del Sur de Australia dice que un enfoque integral de la atención médica es vital para abordar los malos resultados de salud asociados con el abuso y la negligencia infantil.

“Existe evidencia sólida de que el abuso y la negligencia infantil están causalmente relacionados con una salud muy pobre, incluida la muerte prematura”, dice el profesor Segal.

“Muchas enfermedades crónicas, incluidas las enfermedades mentales graves, el dolor crónico, el uso de sustancias y las condiciones de salud física, especialmente aquellas con una vía inflamatoria como las enfermedades gastrointestinales, respiratorias y autoinmunes, son más comunes en las víctimas de abuso y negligencia infantil.

“Sin embargo, con demasiada frecuencia, los pacientes presentan síntomas físicos que son tratados, sin considerar suficientemente el posible trauma subyacente.

“Sabemos que las personas que han sufrido abuso y negligencia infantil tienen más probabilidades de tener enfermedades crónicas, por lo que debemos alentar a los médicos a ampliar su atención para considerar las posibles causas psicosociales subyacentes”.

La adopción de enfoques clínicos que incorporen una respuesta terapéutica para abordar el trauma subyacente, de los cuales existen muchos modelos exitosos, puede resultar más eficaz que una respuesta limitada a la presentación de síntomas y potencialmente evitar investigaciones extensas y cirugía.

El profesor Segal dice que está claro que Australia necesita priorizar la salud y el bienestar de las personas que han experimentado abuso y negligencia infantil graves, y señala sus resultados de salud muy deficientes, pero las respuestas proporcionadas son raras.

“Abordar el abuso y la negligencia infantil no es solo un problema de protección infantil; es un problema de toda la sociedad que requiere una respuesta informada y proporcionada en todas las plataformas de salud, sociales y económicas. Pero la salud en particular debe intensificarse”, dice el profesor Segal.

“Un cambio en la respuesta clínica es un comienzo sólido. Si los médicos pueden pensar en un modelo de salud biopsicosocial informado sobre el trauma, podría ayudar a reducir los perturbadores impactos negativos en la salud (y sociales) de la exposición al abuso y abandono infantil grave y ayudar a reducir la transmisión de este abuso y abandono a la próxima generación.

“Se necesitará capacitación adicional y desarrollo de habilidades en todo el sector de servicios humanos y de salud. Pero esta inversión ayudará a los médicos a identificar y responder de manera sensible y experta a las personas con antecedentes de trauma, así como a abordar múltiples aspectos de la salud crónica, mejorando los resultados clínicos y reduciendo la necesidad de investigaciones y otras intervenciones médicas”.