Según su último informe de Unicef

Los índices de vacunación en Latinoamérica son los más bajos en la última década

Entre 2012 y 2021 las coberturas cayeron 18 puntos porcentuales. Y más de 1,7 millones de niños son “cero dosis”, es decir, que nunca recibieron una vacuna.

Un nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) mostró que los índices de vacunación de niños y niñas en América Latina y el Caribe son los más bajos de la última década, ya que uno de cada cuatro carece de "vacunas vitales", situación que retrotrae las tasas de cobertura de inmunización a los niveles de hace casi 30 años.

Durante el lanzamiento del informe El Estado Mundial de la Infancia 2023: Para cada infancia, vacunación; Unicef aseguró que la región "ha pasado de tener una de las tasas de vacunación infantil más altas del mundo a una de las más bajas".

En América Latina y el Caribe, la cobertura de la tercera dosis de la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tosferina (DTP3) entre los niños y niñas menores de un año cayó 18 puntos porcentuales: pasó del 93% en 2012 al 75% en 2021.

Con esta cifra, se ubica en la tasa de vacunación de rutina "más baja de la región en casi 30 años, lo que sitúa a América Latina y el Caribe por debajo de la media mundial (81 por ciento) y justo por delante de África Oriental y Meridional (74 por ciento)", señaló el informe.

Según las últimas estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de Unicef, el retroceso de la región en materia de inmunización "ha dejado a 2,4 millones de niños y niñas - uno de cada cuatro menores de un año - desprotegidos frente a enfermedades prevenibles mediante vacunación". Y más de 1,7 millones son "cero dosis", es decir que son niños y niñas que nunca recibieron una vacuna, según precisó el documento y enfatizó en que los chicos de los hogares más pobres tienen "casi tres veces más probabilidades de ser ´cero dosis´ que aquellos de los hogares más ricos".

"Durante muchos años, América Latina y el Caribe registró una de las tasas de vacunación infantil más altas del mundo. Ahora presenta una de las más bajas. Esta es una de las crisis de vacunación infantil más graves que la región ha visto en casi 30 años", dijo Garry Conille, director regional de Unicef para la región, en declaraciones que cita la agencia Télam.

El funcionario también remarcó que “enfermedades como la difteria, el sarampión y la poliomielitis, que antes se creían erradicadas en muchos países, están reapareciendo en toda la región, poniendo en peligro las vidas de los niños y niñas más marginados y el bienestar de todos".

El informe del organismo internacional sostiene que el descenso de la vacunación infantil en América Latina y el Caribe "puede deberse a múltiples factores", como los desastres naturales, la violencia, la urbanización, la inestabilidad y la migración, todas situaciones que contribuyen al aumento de "las desigualdades".

La disparidad del gasto público en salud en la región y la reducción de la inversión en algunos países, dejaron "a las comunidades marginadas con un acceso limitado a servicios de atención primaria de salud de calidad", señaló Unicef.

Y agregó que la pandemia de coronavirus "exacerbó estos retos, interrumpiendo la vacunación infantil debido a las intensas demandas en los sistemas sanitarios y a las medidas de confinamiento en el hogar. En los últimos años, hay también signos de una disminución de la confianza en la vacunación en algunos países de la región".

En este marco, el organismo destacó la importancia de la vacunación y expresó que "no solo salva vidas, sino que también es una estrategia probada para reducir los costos futuros de la atención sanitaria y apoyar el crecimiento económico" ya que por cada dólar estadounidense invertido en inmunización retornan hasta 26.

"Con uno de los mejores historiales de vacunación infantil, América Latina y el Caribe no tiene excusas. Hace 10 años, esta región demostró que podía proteger a los niños y niñas de enfermedades potencialmente mortales. No hay ninguna razón por la que no podamos volver a hacerlo ahora, con más conocimientos, capacidad y recursos", afirmó Conille.

"La vacunación es una de las intervenciones de salud pública más sencillas y rentables. Para recuperar el terreno perdido y garantizar que todos los niños y niñas estén vacunados, los gobiernos y socios deben invertir en vacunación y atención primaria de salud. Podemos prevenir las enfermedades infantiles ahora o asumir los costos más tarde", agregó el funcionario.

Más de un millón de niños argentinos nunca recibieron una vacuna

La Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), informó que, de acuerdo con los registros más recientes -correspondientes al año 2021- en Argentina más de 1 millón de niños de entre 0 y 11 años o no recibieron alguna de las vacunas gratuitas y obligatorias incluidas en el Calendario Nacional de Vacunación o no completaron alguno de los esquemas en cuanto a la cantidad de dosis.

La comunicación fue formulada en pleno marco de la Semana de la Vacunación en las Américas, una iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que, bajo el llamado a la acción “Ponete al día. #CadaVacunaCuenta”, desde 22 al 29 de abril lleva adelante la 21ª Semana de Vacunación en las Américas (SVA) y la 12ª Semana Mundial de Inmunización, junto con los países y territorios de la región.

La cifra de niños, niñas y adolescentes que tienen algún esquema de inmunización incompleto en la Argentina surge del 2° Informe Especial del Observatorio de la Infancia y la Adolescencia sobre Vacunación correspondiente al año 2021, que fue elaborado por la SAP y UNICEF a partir de datos de la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles de la Nación.

“La vacunación completa es una herramienta fundamental para lograr una inmunidad robusta capaz de prevenir infecciones potencialmente muy graves en niñas, niños y adolescentes”, afirmó la doctora Elizabeth Patricia Bogdanowicz, médica infectóloga pediatra y miembro del Comité de Infectología de la Sociedad Argentina de Pediatría.

“La inmunización sistemática permite establecer contacto con el sistema de atención sanitaria al principio de la vida y ofrece a todos los niños la posibilidad de tener una vida saludable desde el inicio y hasta una edad avanzada”, advirtieron desde la SAP.

El estudio también encontró que en 2021 se registró una leve recuperación de las coberturas de vacunación en todos los grupos etarios respecto del 2020, que fue el principal año de la pandemia de Covid-19, pero concluyó también que esa mejoría no alcanzó los niveles prepandémicos.

En un desglose por edades, el informe detalla que en 2021 al menos 100.000 menores de un año no completaron el esquema de vacunación contra las siguientes enfermedades: tos convulsa (coqueluche), Hib (Haemophilus influenzae tipo B), difteria, tétanos, hepatitis B y poliomielitis; mientras que al menos 73.000 infantes de un año no recibieron protección contra hepatitis A, sarampión, rubéola y parotiditis; y 118.000 no tuvieron la protección completa contra el neumococo.

Por otro lado, al menos 10.000 infantes de entre 15 y 18 meses no recibieron protección contra la varicela y 136.000 no tuvieron el refuerzo contra la tos convulsa, Hib, difteria, tétanos y hepatitis B.

En el grupo de los niños y niñas de cinco años, 150.000 no recibieron la protección completa contra sarampión, rubéola y parotiditis; mientras que 122.000 no tuvieron el refuerzo contra la tos convulsa, tétanos y difteria.

Por último, 186.000 adolescentes de 11 años no recibieron el refuerzo contra la tos convulsa, tétanos y difteria; y, en este mismo grupo etario, 184.000 mujeres y 217.000 varones no tuvieron la segunda dosis de la vacuna contra el VPH (virus del papiloma humano). En total, a más de 1 millón de niños en Argentina en 2021 les faltó por lo menos una vacuna o una dosis del esquema requerido.

Por eso, tomando en cuenta la cantidad de niños, niñas y adolescentes que tienen algún esquema de inmunización incompleto en el país, la doctora Gabriela Tapponnier, médica infectóloga pediatra y secretaria del Comité de Infectología de la SAP, advirtió sobre la importancia de la vacunación de rutina: “Es esencial para proteger la salud individual y, también, desde un punto de vista comunitario, para evitar la aparición de brotes de enfermedades que estaban bajo control o incluso se consideraban erradicadas”.

Las vacunas de rutina son aquellas que se recomiendan para todas las personas, según la edad, etapa de la vida e historial de vacunas, define la OPS, y agrega que hay vacunación de rutina para niños, adolescentes, embarazadas, adultos y adultos mayores.

El informe realizado por la SAP y UNICEF mostró niveles de cobertura Insuficientes para alcanzar la inmunidad colectiva, también llamada “efecto rebaño”, lo cual puede traer como consecuencia una mayor circulación de agentes patógenos como virus y bacterias, incrementando así el número de portadores y la incidencia de las enfermedades.

“La vacunación es una de las intervenciones sanitarias de mayor impacto y efectividad, ya que salva millones de vidas en el mundo cada año”, afirmó en este sentido la Dra. Andrea Uboldi, médica infectóloga pediatra y miembro del Comité de Infectología de la SAP.

Entre las cifras relativas a la falta de cobertura de vacunación, la SAP y UNICEF expresaron particularmente su gran preocupación sobre los más de 100.000 lactantes que quedaron desprotegidos con el esquema primario incompleto durante 2021, y también apuntaron a que las coberturas en lactantes e infantes de un año no lograron la meta necesaria para asegurar la protección individual y colectiva.

Los especialistas de ambas instituciones coincidieron enfáticamente en recomendar a la población concurrir a la consulta médica con el pediatra a fin de verificar los esquemas de inmunización de los menores y, en casos de que falte alguna vacuna, proceder a completar la inmunización.

Las vacunas del Calendario Nacional son obligatorias, gratuitas y se aplican en los vacunatorios oficiales, centros de salud y hospitales públicos del país, y este incluye vacunas para todas las etapas de la vida, situaciones especiales o para grupos específicos.

“Es responsabilidad también de los adultos conocer y consultar el Calendario Nacional de Vacunación para saber con certeza cuáles son las vacunas gratuitas y obligatorias para cada edad en el curso de la infancia y la adolescencia”, apuntó la Dra. Miriam Calvari, también infectóloga de la Sociedad Argentina de Pediatría.

Otro punto que la SAP y UNICEF remarcaron en su informe fue la elevada tasa de deserción que tiene a nivel nacional la segunda dosis de la vacuna contra el VPH, que se aplica a adolescentes de 11 años.

“Las coberturas para primera dosis contra VPH muestran adecuada semejanza con la vacuna triple bacteriana acelular. Sin embargo, es evidente la alta tasa de deserción que tiene la segunda dosis a nivel nacional”, advirtieron.

En la región de las Américas, la OPS lleva adelante el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) con el objetivo de eliminar y controlar enfermedades prevenibles por vacunación, tales como poliomielitis, rubéola, síndrome de rubéola congénita, sarampión y tétanos neonatal.