Un estudio sugiere que las personas centenarias poseen sistemas inmunológicos únicos que lograron adaptarse a una historia de eventos dañinos para su salud, los que le permitió llegar a una longevidad excepcional.
Para el trabajo, publicado en la revista eBioMedicine, que forma parte del grupo The Lancet, se analizaron células mononucleares de sangre periférica (PBMC, por su sigla en inglés) en siete adultos mayores, con una edad media de 106 años.
El estudio llamado Multi-modal profiling of peripheral blood cells across the human lifespan reveals distinct immune cell signatures of aging and longevity (El perfil multimodal de las células sanguíneas periféricas a lo largo de la vida humana revela distintas firmas de células inmunitarias de envejecimiento y longevidad) identificó firmas de tipos de células específicas para una longevidad excepcional que incluían genes con cambios relacionados con la edad, así como genes expresados únicamente en PBMC de personas centenarias.
Como conclusión, los autores sugieren que estos sistemas inmunológicos únicos fueron los que permitieron resistir y vivir tantos años.
Resumen del trabajo
Antecedentes
Los cambios relacionados con la edad en la composición y funcionalidad de las células inmunitarias se asocian con morbilidad múltiple y mortalidad. Sin embargo, muchos en centenarios se retrasa la aparición de enfermedades asociadas al envejecimiento, lo que sugiere la presencia de una inmunidad de élite que sigue siendo altamente funcional en la longevidad extrema.
Métodos
Para identificar patrones inmunoespecíficos de envejecimiento y longevidad humana extrema, se analizaron nuevos perfiles de células individuales de las células mononucleares de sangre periférica (PBMC), de una muestra aleatoria de 7 centenarios (edad media 106) y secuenciación de ARN de células individuales disponible públicamente (scRNA). -seq) conjuntos de datos que incluían 7 centenarios adicionales, así como 52 personas de edades más jóvenes (20 a 89 años).
Resultados
El análisis confirmó cambios conocidos en la proporción de linfocitos a células mieloides, y distribuciones de células no citotóxicas a citotóxicas con el envejecimiento, pero también identificó cambios significativos de poblaciones de células T CD4+ a células B en personas centenarias, lo que sugiere un historial de exposición a inmunógenos naturales y ambientales. Se validaron varios de estos hallazgos mediante análisis de citometría de flujo de las mismas muestras.
El análisis transcripcional identificó firmas de tipos de células específicas para una longevidad excepcional que incluían genes con cambios relacionados con la edad (p. ej., mayor expresión de STK17A, un gen que se sabe que está involucrado en la respuesta al daño del ADN), así como genes expresados únicamente en PBMC de personas centenarias (p. ej. , S100A4, parte de la familia de proteínas S100 estudiada en enfermedades relacionadas con la edad y conectada con la longevidad y la regulación metabólica).
Conclusión En conjunto, estos datos sugieren que los centenarios albergan sistemas inmunológicos únicos y altamente funcionales que se han adaptado con éxito a una historia de eventos dañinos que les permite lograr una longevidad excepcional. |