Antecedentes
La identificación de estrategias eficaces de prevención de la demencia es una importante prioridad de salud pública, debido al enorme y creciente coste social de esta afección. Se ha propuesto el consumo de una dieta mediterránea (MedDiet) para reducir el riesgo de demencia. Sin embargo, la evidencia actual no es concluyente y generalmente se deriva de pequeñas cohortes con casos limitados de demencia. Además, pocos estudios han explorado la interacción entre la dieta y el riesgo genético de demencia.
Métodos
Utilizamos modelos de regresión de riesgos proporcionales de Cox para explorar las asociaciones entre la adherencia a MedDiet, definida mediante dos puntajes diferentes (puntuaciones continuas del Mediterranean Diet Adherence Screener [MEDAS] y Mediterranean diet Pyramid [PYRAMID]), y el riesgo de demencia por todas las causas incidente en 60 298 participantes de UK Biobank, seguido durante un promedio de 9,1 años. También se probó la interacción entre la dieta y el riesgo poligénico de demencia.
Resultados
Una mayor adherencia a MedDiet se asoció con un menor riesgo de demencia (MEDAS continuo: HR = 0,77, IC del 95 % = 0,65–0,91; PYRAMID: HR = 0,86, IC del 95 % = 0,73–1,02 para los terciles más altos frente a los más bajos).
No hubo una interacción significativa entre la adherencia a MedDiet definida por las puntuaciones continuas y PYRAMID de MEDAS y el riesgo poligénico de demencia.
Figura: Asociación entre la adherencia a MedDiet y el riesgo de demencia (n = 60,298, incluyendo 882 casos de demencia). El nivel de cumplimiento de MedDiet se dividió en terciles, y la línea discontinua refleja el grupo de referencia de bajo cumplimiento de MedDiet para cada puntuación de MedDiet
Conclusiones Una mayor adherencia a una MedDiet se asoció con un menor riesgo de demencia, independientemente del riesgo genético, lo que subraya la importancia de la dieta en las intervenciones de prevención de la demencia. |
Comentarios
El consumo de una dieta tradicional de tipo mediterráneo, rica en alimentos como mariscos, frutas y nueces, se asocia con un riesgo reducido de demencia, informa un estudio publicado en BMC Medicine. Las personas con una mayor adherencia a la dieta mediterránea tenían hasta un 23 % menos de riesgo de demencia en comparación con aquellas que tenían una menor adherencia a la dieta mediterránea.
La dieta puede ser un factor de riesgo modificable importante para la demencia que podría ser el objetivo de la prevención de la enfermedad y la reducción del riesgo, pero los estudios previos que exploran el impacto de una dieta mediterránea generalmente se han limitado a tamaños de muestra pequeños y números bajos de casos de demencia. Oliver Shannon y sus colegas analizaron datos de 60 298 personas del Biobanco del Reino Unido que habían completado una evaluación dietética. Los autores calificaron a los individuos utilizando dos medidas para la adherencia a la dieta mediterránea. Durante el seguimiento medio de 9,1 años hubo 882 casos de demencia. Los autores también consideraron el riesgo genético de demencia de cada individuo al estimar su riesgo poligénico, una medida de todos los diferentes genes que están relacionados con el riesgo de demencia.
Los autores encontraron que los participantes con la mayor adherencia a la dieta mediterránea tenían un 23 % menos de riesgo de desarrollar demencia en comparación con aquellos con la puntuación de adherencia más baja, lo que equivale a una reducción del riesgo absoluto del 0,55 %. No hubo una interacción significativa entre el riesgo poligénico de demencia y la adherencia a una dieta mediterránea, lo que los autores sugieren que puede indicar que la asociación de una mayor adherencia a una dieta mediterránea y un menor riesgo de demencia permanece, independientemente del riesgo genético individual de demencia. Este hallazgo no fue consistente en todos los análisis de sensibilidad y los autores proponen que se necesita más investigación para evaluar la interacción entre la dieta y la genética en el riesgo de demencia.
Los autores advierten que su análisis se limita a las personas que autoinformaron su origen étnico como blanco, británico o irlandés, ya que los datos genéticos solo estaban disponibles en función de la ascendencia europea, y que se necesita más investigación en una variedad de poblaciones para determinar el potencial beneficio. Concluyen que, según sus datos, una dieta mediterránea con un alto consumo de alimentos saludables de origen vegetal puede ser una intervención importante para incorporar en estrategias futuras para reducir el riesgo de demencia.