Indicaciones y consideraciones clínicas | 06 FEB 23

Biopsia renal

Una descripción general de las consideraciones clínicas para no especialistas.
Autor/a: Katherine L Hull, Sherna F Adenwalla, Peter TophamC y Matthew P Graham-Brown  Clinical Medicine 2022 Vol 22, No 1: 3440.
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Texto principal
Introducción

A pesar de los avances en investigaciones bioquímicas e imágenes no invasivas, las biopsias renales juegan un papel fundamental en el diagnóstico de las enfermedades renales.

Proporcionan información acerca del pronóstico, que puede resultar en la modificación del tratamiento hasta en el 74% de los pacientes.

Esta revisión se limita al uso de biopsias renales percutáneas, el diagnóstico y el manejo de las enfermedades renales parenquimatosas nativas en adultos y no para el diagnóstico de tumores o crecimientos, niños o receptores de trasplante renal.

Identificación de las personas que pueden necesitar una biopsia renal

Sedimento urinario

El análisis de orina con una tira reactiva es una investigación inicial esencial para las presentaciones agudas y crónicas de la enfermedad renal, así como para el seguimiento de pacientes con enfermedad renal conocida. La presencia de sangre y/o proteína sugiere inflamación en el riñón y daños en la barrera de filtración, indicando que el origen de la inflamación puede ser el glomérulo.

La tira reactiva con anomalías menores (proteinuria de bajo grado, sin hematuria o hematuria mínima, con o sin leucocitos) en presencia de alteración de la función renal puede sugerir nefritis tubulointersticial. Además del análisis de orina, la disminución de la función renal debe ser inmediatamente evaluada con las investigaciones enumeradas que figuran en la siguiente tabla.

Resumen de las investigaciones esenciales para evaluar una disminución en la función renal
Análisis de sangre1 Perfil renal con FGe
Hemograma completo
Perfil óseo
A la cabecera Presión arterial
Análisis de orina Tira reactiva de orina para sangre, proteínas, nitritos y leucocitos
Urocultivo y sensibilidad
Cociente proteína-creatinina en orina
Cociente albúmina-creatinina en orina
Imágenes Ecografía de riñón, uréteres y vejiga (para evaluar el tamaño del riñón; detectar  nódulos o, quistes o hidronefrosis)
Inmunología Inmunología Inmunoglobulinas y electroforesis, ANCA, C3 y C4, ANA, anticuerpo dsDNA, anticuerpo anti-GBM, anticuerpo anti-PLA2R*
*Específico para casos de síndrome n efrótico. ANA: anticuerpos antinucelares.ANCA: anticuerpos anti citoplasma neutrófilos. C3: complemento 3 del complemento. C4. Complemento 4 del complemento. dsDNA: anticuerpo anti cadena doble del ADN. FGe: índice de filtrado glomerular estimado. MBG: membrana basal glomerular. P:LA 2: rreceptor de la fosfolipasa A2.
 
El examen inmunológico es particularmente importante en pacientes con lesión renal aguda (LRA) y un sedimento urinario activo (es decir, sangre y proteína).

> Hematuria

La hematuria se puede clasificar como "visible" o "no visible". Ambas pueden deberse a patologías nefrológicas (por ej., glomerulonefritis) o urológicas (por ej., malignidad, infección o cálculos) cuya presentación clínica guiará la remisión.

Malignidad

Las neoplasias malignas urológicas pueden causar hematuria tanto visible como no visible. La historia es importante para identificar los factores de riesgo: tabaquismo, historial de fármacos (por ej., ciclofosfamida), ocupación, exposición a químicos y antecedente de historial de viajes (por ej., esquistosomiasis).

La derivación urgente para la evaluación de la malignidad urológica depende de la edad. Una vez que se ha excluido la malignidad, se deben considerar otras causas de hematuria visible. Un solo episodio de hematuria visible justifica la investigación. Se deben excluir las causas transitorias volviendo a controlar la orina mediante una tira reactiva después de la resolución del episodio agudo.

Un tratamiento anticoagulante y antiplaquetario empeorará cualquier hematuria pero no será el factor precipitante. La aparición de hematuria visible es un indicador útil del origen de la patología. La orina teñida de rosa o la presencia franca de sangre sugiere sangrado fresco a lo largo del tracto urinario, apuntando hacia causas urológicas. Por el contrario, la hematuria visible oscura (“color bebida cola”) sugiere una causa nefrológica debido a que la hemoglobina se convierte en metahemoglobina en el ambiente ácido.

Los síntomas coexistentes también proporcionan información. En la patología urológica, el dolor en el flanco sugiere cólico ureteral, mientras que la enfermedad intercurrente (típicamente la infección del tracto respiratorio superior) seguida de orina de color cola sugiere una causa nefrológica (por ej., glomerulonefritis Postinfecciosa o nefropatía por inmunoglobulina (Ig) A.

Hematuria no visible aislada con función renal normal

Es poco probable que la biopsia renal para investigar hematuria aislada no visible, en ausencia de proteinuria e insuficiencia renal con normotensión, cambie el manejo de la enfermedad.

Las causas frecuentes son la nefropatía de la membrana basal delgada y la nefropatía por IgA. Sin embargo, la hematuria aislada persistente no visibles se ha asociado con una significativa, aunque pequeña, incidencia de enfermedad renal en etapa terminal (ERT).

Es necesario hacer una evaluación anual en atención primaria de la presión arterial junto con análisis de orina y determinación de los niveles de creatinina sérica. La biopsia puede ayudar en el diagnóstico de condiciones hereditarias y tamizaje rápido de familiares, derivación genética y seguimiento.

La nefropatía de membrana basal delgada suele tener buen pronóstico con solo una minoría de pacientes que progresa a la ERT, mientras que el diagnóstico tan claro puede brindar tranquilidad y evitar más investigaciones. El síndrome de Alport tiene una prevalencia baja pero mayor riesgo de progresión a ERT, especialmente en hombres, y tiene manifestaciones extrarrenales, como la deficiencia auditiva. Es fundamental hacer el diagnóstico y la evaluación familiar para identificar a la familia afectada.

Hematuria no visible con marcadores de alteración de la función renal

La hematuria no visible con marcadores de función renal anormales (aumento de la creatinina sérica, oliguria, hipertensión o proteinuria) tiene una variedad de posibles efectos urológicos y causas nefrológicas.

Respecto de la enfermedad renal intrínseca, la hematuria no visible con función renal alterada suele reflejar inflamación glomerular (glomerulonefritis). Estos pacientes pueden tener malestar sistémico y, en presencia de una disminución aguda de su función renal, requerirán vigilancia y seguimiento estrechos.

La biopsia renal es un componente clave para el diagnóstico, manejo y pronóstico, por lo que el objetivo terapéutico es la glomerulonefritis subyacente, la atención de apoyo para manejar las complicaciones (por ej., sobrecarga de líquidos) y preservación de la función renal (por ej., control de la presión arterial).

La biopsia puede posponerse o no completarse si es poco probable que cambie el manejo, el paciente es de alto riesgo o, para evitar el retraso del tratamiento si el diagnóstico es claro. Por ejemplo, en la enfermedad antiglomerular de la membrana basal, la presencia de antibióticos circulantes, LRA rápidamente progresiva y hematuria (con o sin hemorragia pulmonar) confirma el diagnóstico.

Proteinuria

La proteinuria debe cuantificarse utilizando tanto el cociente proteína/creatinina (PCR) en orina y el cociente albúmina/creatinina (ACR). Para la detección y manejo de la enfermedad renal crónica (ERC) es preferible basarse en la presencia de albuminuria, definida por un ACR ≥30 mg/g, por su valor pronóstico, considerando la lesión glomerular. Incluso con una filtración glomerular estimada (FGe) dentro de los límites esperados, la presencia de albuminuria durante >3 meses refleja la disfunción glomerular persistente y la ERC.

La albuminuria se puede subdividir en microalbuminuria (aumento moderado del ACR ≥30 a ≤300 mg/g) y macroalbuminuria (aumento severo del ACR de >300 mg/g) que influyen en las decisiones sobre el monitoreo y la derivación. El ACR urinario es un estudio que evalúa la enfermedad renal nueva, la ERC conocida y el riesgo de daño renal. Esto se debe a que el ACR urinario detectará tempranamente la proteinuria de bajo grado que tiene un alto riesgo de no ser detectada por la tira reactiva de orina.

Es importante tener en cuenta que la proteinuria puede ocurrir como resultado de un exceso de cadenas ligeras libres en suero o la alteración de la absorción en el túbulo proximal. Esto resulta en proteinuria con albuminuria mínima, destacando el riesgo de resultados falsos negativos si el ACR de orina es utilizado de forma aislada. A menos que haya antecedentes claros de enfermedad renal secundaria a enfermedad sistémica (por ej., diabetes mellitus e hipertensión) o los riesgos de la biopsia superan los beneficios, la biopsia en pacientes con proteinuria inexplicada proporciona información valiosa.

La presencia de proteinuria debe confirmarse en la muestra de orina de la mañana temprano. Los fenómenos benignos, como la proteinuria ortostática (postural) ocurren habitualmente en individuos <30 años y se presenta como proteinuria aislada. La ausencia de proteinuria en una muestra de orina a la mañana temprano confirma el diagnóstico y no están indicadas más investigaciones.

La proteinuria en rango nefrótico se define como un PCR urinario >3.000 mg/g o un ACR >2.20 mg/g, y puede o no ocurrir en el síndrome nefrótico: proteinuria intensa en combinación con hipoalbuminemia (<25 g/l) y edema, con o sin hipercolesterolemia significativa. El síndrome nefrótico es una presentación clínica y se debe buscar el diagnóstico subyacente.

Hay algunas situaciones asociadas con el síndrome nefrótico (como la enfermedad renal diabética o la amiloidosis) en las que las características clínicas e investigaciones menos invasivas pueden indicar el diagnóstico pudiendo evitarse la biopsia. Sin embargo, si en pacientes adultos se han descartado los diagnósticos clínicos comunes sería importante considerar la biopsia.

Biopsia de riñón en enfermedad renal crónica vs. lesión renal aguda

La biopsia renal es una herramienta diagnóstica útil tanto en la fase aguda como en la crónica, especialmente en presencia de sedimento urinario activo. Sin embargo, el sedimento urinario activo no confirma enfermedad renal intrínseca y la biopsia plantea un riesgo innecesario en los casos de insuficiencia renal de etiologías prerrenales y postrenales. Por otra parte, un sedimento de orina activo no es un requisito previo para la investigación adicional.

La biopsia renal también puede ser apropiada en casos de sedimento urinario poco representativo, por ejemplo, LRA que no se recupera y se sospecha nefritis tubulointersticial.

Situaciones específicas en las que las biopsias renales pueden ser consideradas

Enfermedad renal diabética

En el Reino Unido, el 30-40% de las personas con diabetes mellitus (DM) tipo 1 y tipo 2 desarrollan ERC y su riesgo de requerir terapia de reemplazo renal es más de 3 veces el de la población general. La enfermedad renal diabética' se refiere a los cambios estructurales y funcionales provocados por la DM, mientras que la “nefropatía diabética” se refiere a los hallazgos histológicos específicos en la biopsia.

Pueden coexistir diagnósticos alternativos o agregados (por ej., enfermedad hipertensiva, LRA no resuelta o glomerulonefritis). La distinción es importante para el tratamiento, el pronóstico y las decisiones terapéuticas futuros.

La historia natural de la enfermedad renal diabética en la DM tipo 1 y tipo 2 está bien definida y la aparición de albuminuria es un predictor consistente para la progresión a la ERT.

En la mayoría de los pacientes, la historia clínica, la evolución de la enfermedad y las investigaciones no invasivas pueden identificar la ERC como consecuencia de la DM. La guía Nacional y la de la Kidney Foundation advierten que la ERC se puede atribuir a la DM en presencia de macroalbuminuria o microalbuminuria con retinopatía, o de microalbuminuria en pacientes cuya DM tipo 1 tiene >10 años de duración. En estos casos, se cree que los riesgos de la biopsia superan el beneficio de confirmar un diagnóstico.

 

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