Del 3 al 7 de octubre | 03 OCT 22

Campaña Nacional de Educación y Prevención de la Lepra

La Sociedad Argentina de Dermatología busca concientizar sobre esta enfermedad, que tiene “alta carga” en nuestro país según la OMS. A pesar de que el estigma sobrevive, es de difícil contagio y curable.
Fuente: Sociedad Argentina de Dermatología 

Del 3 al 7 de octubre, la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD) realizará la 23° Campaña Nacional de Educación y Prevención de la Lepra, iniciativa que tiene como objetivo visibilizar esta enfermedad que en 2021 registró -a nivel nacional- un total de  357 casos en tratamiento.

Muy poco contagiosa y completamente curable si es tratada a tiempo, la lepra es una enfermedad infecciosa altamente discapacitante causada por el complejo Micobacterium Leprae/Lepromatosis. Afecta principalmente la piel y nervios periféricos y puede en ocasiones comprometer la mucosa y órganos internos.

A pesar de saber que la lepra tiene cura, que su contagio es difícil y que el tratamiento es completamente gratuito, desde la SAD lamentan que aún persista el estigma y la discriminación asociada a la patología.

Según cifras del Programa Nacional de Lepra, 143 personas iniciaron tratamiento en 2021, lo que arrojó un total de 357 casos totales radicados en su gran mayoría en el área endémica: Formosa (67 casos), Misiones (58 casos), Tucumán (35 casos) y Chaco (31 casos).

Sin embargo, durante el mismo período, Buenos Aires registró 35 pacientes -que sumados a los 15 pacientes que contabiliza CABA- colocan a ésta provincia en el mayor lugar de incidencia de la enfermedad luego del área endémica.

La lepra es una enfermedad producida por una bacteria descubierta en el año 1874 por un médico noruego de apellido Hansen, por lo que se conoce con ese nombre al bacilo de Hansen.

Los primeros síntomas de la patología tienen que ver con la aparición de manchas blancas o rosadas sin sensibilidad en la piel, lo que en algunos casos puede generar que el paciente se queme o se lastime sin percibirlo y por consecuencia tenga úlceras o infecciones. De forma secundaria, en algunos casos más avanzados se observa una disminución en el movimiento.

“El problema es el diagnóstico tardío, algo que se genera por falta de información en la población y también por responsabilidad de  los profesionales que no incluyen en la rutina un examen de la piel cuando un paciente ingresa al sistema de salud por cualquier causa. Esto se resuelve con campañas de educación como la que estamos realizando y con capacitaciones dirigidas a los profesionales”, explicó Julieta Fischer, coordinadora del comité organizador de la campaña organizada por la SAD y médica dermatóloga del Hospital Muñiz.