Pero es muy útil para otro tipo de actividades

La comunicación virtual limita la generación de ideas creativas

Las llamadas de zoom inhiben la creatividad en comparación con la interacción en persona

Autor/a: Brucks, M.S., Levav, J.

Fuente: Virtual communication curbs creative idea generation

Resumen

COVID-19 aceleró un cambio de una década hacia el trabajo remoto al normalizar el trabajo desde casa a gran escala. De hecho, el 75 % de los empleados de EE. UU. en una encuesta de 2021 informaron una preferencia personal por trabajar de forma remota al menos un día a la semana, y los estudios estiman que el 20 % de los días laborales en EE. UU. se realizarán en casa después de que termine la pandemia .

Aquí examinamos cómo este alejamiento de la interacción en persona afecta la innovación, que se basa en la generación colaborativa de ideas como base del progreso comercial y científico. En un estudio de laboratorio y un experimento de campo en cinco países (en Europa, Medio Oriente y el sur de Asia), mostramos que las videoconferencias inhiben la producción de ideas creativas.

Por el contrario, cuando se trata de seleccionar qué idea seguir, no encontramos evidencia de que los grupos de videoconferencia sean menos efectivos (y evidencia preliminar de que pueden ser más efectivos) que los grupos en persona.

Partiendo de teorías anteriores que se centran en cómo las tecnologías orales y escritas limitan la sincronicidad y el alcance de la información intercambiada encontramos que nuestros efectos son impulsados ​​por las diferencias en la naturaleza física de las videoconferencias y las interacciones en persona. Específicamente, utilizando medidas de mirada y recuerdo, así como análisis semántico latente, demostramos que la videoconferencia dificulta la generación de ideas porque enfoca a los comunicadores en una pantalla, lo que provoca un enfoque cognitivo más limitado. Nuestros resultados sugieren que la interacción virtual tiene un costo cognitivo para la generación de ideas creativas.


Aspectos destacados

Como resultado de la pandemia, los trabajadores de todo el mundo se han acostumbrado a reunirse con colegas en línea. Para averiguar si este cambio de las reuniones cara a cara tuvo un costo para la creatividad, un equipo comparó la cantidad de ideas generadas por los trabajadores que colaboran en línea o en persona.

  • La videoconferencia dificulta la generación de ideas porque enfoca a los comunicadores en una pantalla, lo que genera un enfoque cognitivo más estrecho.
     
  • Pero cuando se trata de seleccionar qué idea seguir, los grupos de videoconferencia son tan efectivos como los grupos en persona.

Desarrollo

A raíz de la pandemia de COVID-19, millones de empleados se vieron obligados a trabajar desde casa de forma indefinida y colaborar virtualmente mediante tecnologías de videoconferencia. Este cambio sin precedentes hacia el empleo remoto a tiempo completo demostró la viabilidad del trabajo virtual a gran escala, legitimando aún más el creciente movimiento de trabajo desde el hogar de la última década.

En una encuesta de 2021, el 75 % de los empleados de EE. UU. informó una preferencia personal por trabajar desde casa al menos un día a la semana, y el 40 % de los empleados indicó que dejaría un trabajo que requiriera trabajo presencial a tiempo completo. En respuesta, las empresas líderes en varios sectores, incluidos Google, Microsoft, JPMorgan y Amazon, aumentaron la flexibilidad de sus políticas de trabajo desde el hogar posteriores a la pandemia.

La investigación estima que el 20 % de todos los días laborales en los EE. UU. se realizarán de forma remota una vez que termine la pandemia.

Exploramos cómo este cambio hacia el trabajo remoto afecta las tareas esenciales del lugar de trabajo. En particular, la generación colaborativa de ideas está en el centro del progreso científico y comercial. Desde el simposio griego hasta Lennon y McCartney, las colaboraciones han proporcionado algunas de las ideas más importantes de la historia humana.

Hasta hace poco, estas colaboraciones requerían en gran medida el mismo espacio físico porque las tecnologías de comunicación existentes (como cartas, correos electrónicos y llamadas telefónicas) limitaban el alcance de la información disponible para los comunicadores y reducían la sincronicidad del intercambio de información (teoría de la riqueza de los medios, redes sociales, teoría de la presencia, teoría de la sincronicidad de los medios).

Sin embargo, los avances recientes en la calidad de la red y la resolución de pantalla han dado paso a una tecnología audiovisual sincrónica, la videoconferencia, que transmite muchas de las mismas señales de información auditiva y no verbal que la interacción cara a cara. Si la videoconferencia finalmente cierra la brecha de información entre la interacción virtual y en persona, surge la pregunta de si esta nueva tecnología podría reemplazar efectivamente la generación de ideas colaborativas en persona.

Experimento

Aquí mostramos que, incluso si la interacción de video pudiera comunicar la misma información, sigue existiendo una diferencia física inherente y pasada por alto en la comunicación a través de video que no es psicológicamente benigna: los equipos presenciales operan en un espacio físico totalmente compartido, mientras que los equipos virtuales habitan un espacio virtual que está delimitado por la pantalla frente a cada miembro. Nuestros datos sugieren que esta diferencia física en el espacio compartido obliga a los comunicadores virtuales a reducir su campo visual concentrándose en la pantalla y filtrando los estímulos visuales periféricos que no son visibles o relevantes para su pareja.

Según investigaciones previas que vinculan empírica y neurológicamente la atención visual y cognitiva, a medida que los comunicadores virtuales reducen su alcance visual al entorno compartido de una pantalla, su enfoque cognitivo se reduce a su vez. Este enfoque restringido limita el proceso asociativo subyacente a la generación de ideas, mediante el cual los pensamientos se ramifican y activan información dispar que luego se combina para formar nuevas ideas.

Sin embargo, el enfoque cognitivo reducido inducido por el uso de pantallas en la interacción virtual no obstaculiza todas las actividades de colaboración. Específicamente, la generación de ideas suele ir seguida de la selección de la idea a seguir, lo que requiere un enfoque cognitivo y un razonamiento analítico.

Aquí mostramos que la interacción virtual obstaculiza de manera única la generación de ideas: encontramos que los grupos de videoconferencia generan menos ideas creativas que los grupos en persona debido al enfoque visual limitado, pero no encontramos evidencia de que los grupos de videoconferencia sean menos efectivos cuando se trata de la selección de ideas.


Resultados de la mirada por modalidad


Implicaciones políticas

Nuestros resultados sugieren que existe una ventaja cognitiva única en la colaboración en persona, que podría informar el diseño de políticas de trabajo remoto. Sin embargo, al determinar si usar o no equipos virtuales, muchos factores adicionales entran necesariamente en el cálculo, como el costo del viaje y los bienes raíces, el potencial para expandir el grupo de talentos, el valor de los encuentros fortuitos y las dificultades para administrar zona horaria y diferencias culturales regionales.

Aunque algunos de estos factores son intangibles y más difíciles de cuantificar, la interacción virtual tiene ventajas económicas concretas e inmediatas (como una menor necesidad de espacio físico, un salario reducido para los empleados en áreas con un costo de vida más bajo y gastos de viaje de negocios reducidos).

Para capturar lo mejor de ambos mundos, muchos lugares de trabajo planean o actualmente combinan la interacción virtual y en persona (configuración híbrida).

De hecho, una encuesta de 2021 sugiere que los empleados estadounidenses trabajarán desde casa alrededor del 20 % del tiempo después de la pandemia. Nuestros resultados indican que, en estas configuraciones híbridas, podría tener sentido priorizar la generación de ideas creativas durante las reuniones en persona.

Sin embargo, es importante advertir que nuestros resultados documentan solo el costo cognitivo de la interacción virtual. Cuando se trata de decidir hasta qué punto una empresa debe usar equipos virtuales, se necesita un análisis más completo que tenga en cuenta otros costos específicos de la industria y el contexto que la empresa podría enfrentar. Dejamos este importante tema para futuras investigaciones.