Equinococosis | 29 ENE 22

¿Pensó en hidatidosis?

Hay más de 1 millón de personas afectadas por equinococosis
OMS

Datos y cifras

  • La equinococosis humana es una enfermedad parasitaria provocada por tenias del género Echinococcus.
     
  • Las dos formas más importantes de la enfermedad en el ser humano son la equinococosis quística (hidatidosis) y la equinococosis alveolar.
     
  • Los seres humanos se infectan al ingerir huevos de parásitos presentes en los alimentos, el agua o el suelo contaminados o por contacto directo con animales que actúan como hospedadores.
     
  • El tratamiento de la equinococosis a menudo resulta caro y complicado, y puede que requiera cirugía y/o tratamiento farmacológico prolongado.
     
  • Los programas preventivos se centran en la desparasitación de perros y ovejas. En el caso de la hidatidosis, la profilaxis incluye también el tratamiento vermífugo de los perros, la higiene en los mataderos y la educación del público.
     
  • En cualquier momento dado, hay más de 1 millón de personas afectadas por equinococosis.


La equinococosis humana es una zoonosis (es decir, una enfermedad transmitida al ser humano por los animales) provocada por tenias parásitas del género Echinococcus que se presenta en cuatro formas:

  • equinococosis quística o hidatidosis, que es producto de la infestación por Echinococcus granulosus;
  • equinococosis alveolar, causada por la infestación por E. multilocularis;
  • dos formas de equinococosis neotropical: la poliquística, causada por la infestación por
    E. voge
    li; y
  • la equinococosis uniquística, debida a E. oligarthrus.

Las dos formas más importantes, que tienen trascendencia médica y de salud pública para el ser humano, son la quística y la alveolar.

Transmisión

Varios animales herbívoros y omnívoros son hospedadores intermediarios de Echinococcus que se infectan al ingerir huevos del parásito presentes en alimentos y aguas contaminadas; posteriormente, el parásito evoluciona en las vísceras del animal a las fases larvarias.

Los hospedadores definitivos son animales carnívoros que albergan las tenias maduras en sus intestinos. Estos animales se infestan al consumir vísceras de hospedadores intermediarios que contienen larvas del parásito.

Los humanos actúan accidentalmente como huéspedes intermediarios porque se infestan del mismo modo que los demás huéspedes intermediarios pero no transmiten el parásito a hospedadores definitivos.

Se conocen varios genotipos de E. granulosus que tienen distinta preferencia por los distintos hospedadores intermediarios, y algunos genotipos se consideran especies distintas de E. granulosus. No todos los genotipos infestan al ser humano. El genotipo causante de la gran mayoría de los casos humanos de hidatidosis sigue principalmente un ciclo perro-oveja-perro, aunque también pueden participar en él otros animales domésticos como la cabra, el cerdo, la vaca, el camello o el yak.

El ciclo vital de E. multilocularis, que causa la equinococosis alveolar, suele ser silvestre e incluye zorros y otros carnívoros y pequeños mamíferos (sobre todo, roedores) como hospedadores intermediarios, mientras que los perros y gatos domésticos también pueden ser hospedadores definitivos.

Signos y síntomas

Hidatidosis

Tras la ingestión, E. granulosus produce uno o más quistes hidatídicos localizados a menudo en el hígado y los pulmones, y, con menor frecuencia en los huesos, los riñones, el bazo, los músculos, el sistema nervioso central y los ojos.

El periodo asintomático de incubación puede durar muchos años, hasta que los quistes hidatídicos alcanzan un tamaño que ocasiona signos clínicos. Sin embargo, a cerca de la mitad de los pacientes que toman un tratamiento farmacológico, este se les prescribe en los primeros años posteriores a la infección.

La localización hepática de las hidátides suele causar dolor abdominal, náuseas y vómitos. Cuando son afectados a los pulmones, los signos clínicos son tos crónica, dolor torácico y disnea. Pueden aparecer también otros signos en función de la localización de los quistes hidatídicos y de la presión que ejercen sobre los tejidos circundantes. Algunos signos inespecíficos son anorexia, pérdida de peso y debilidad.

Equinococosis alveolar

La equinococosis alveolar se caracteriza por un periodo de incubación asintomático de 5 a 15 años y el desarrollo lento de una lesión primaria similar a un tumor, usualmente en el hígado. Los signos clínicos son pérdida de peso, dolor abdominal, malestar general y signos de insuficiencia hepática.

Las metástasis larvarias pueden diseminarse tanto a los órganos adyacentes al hígado (por ejemplo, el bazo) como a lugares distantes (como los pulmones o el cerebro) cuando el parásito viaja a través de la circulación sanguínea y linfática. Si no se trata, la equinococosis alveolar es progresiva y letal.

Distribución

La hidatidosis está distribuida por todo el mundo y se encuentra en todos los continentes, excepto la Antártida, mientras que la equinococosis alveolar se limita al hemisferio norte, en particular, a algunas zonas de China, Federación de Rusia y países de la Europa continental y de América del Norte.

En las regiones endémicas, las tasas de incidencia de la hidatidosis en el ser humano pueden ascender a más de 50 por cada 100 000 personas-año, y la prevalencia puede alcanzar el 5%‑10% en algunas zonas de Argentina, Perú, África Oriental, Asia Central y China. En los animales de cría, la prevalencia de la hidatidosis que se observa en los mataderos de zonas hiperendémicas de América del Sur varía entre el 20% y el 95% de los animales sacrificados.

 

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