Una médica recién graduada nos cuenta su experiencia por el mundo | 15 OCT 15

Good morning doctor

Después de su paso por Roma Italia, nuestra joven médica nos cuenta su experiencia médica en los Estados Unidos. Hoy Universidad de Yale - New Haven Hospital
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Malena acaba de recibirse de médica en la Universidad de Buenos Aires. Ha sido una alumna brillante que trabajó en el equipo de IntraMed durante su carrera impulsada por la vocación y la voluntad. Cargada de sueños, emprendió un viaje iniciático hacia hospitales de otros países para dar sus primeros pasos en la profesión. Entusiasmada y con los temores de quien abandona una etapa para emprender otra, la vimos partir con su melena rubia y su sonrisa de niña. ¡Contanos todo!, le pedimos en la despedida. Y ahora Malena cumple con estos relatos en primera persona que nos permiten compartir su experiencia y extrañarla un poco menos.


Segunda parada: EEUU - Universidad de Yale - New Haven Hospital.
Por Malena Daich Varela

Veinte días antes de comenzar mi rotación en Cirugía Oncológica recibí el primer mail del departamento de Relaciones Internacionales de Yale con instrucciones. Cómo debo ir vestida, qué debo comprar, varios formularios más que debo llenar y escanear, documentos oficiales a llevar y requisitos. Más adelante, un entrenamiento obligatorio para aprender a usar su software de historias clínicas, seguido de un examen acerca del mismo que debía pasar con más del 80% para obtener mi clave de acceso. Un programa espectacular, interactivo, que facilita mucho la comunicación entre el equipo de trabajo. Haciendo solamente unos clics se accede a todos los comentarios que escribe la enfermera, el residente y el attending sobre el paciente. Otro clic y se ven las imágenes, los laboratorios, los signos vitales. Cuando existe una interacción farmacológica entre la medicación, el sistema notifica con una alerta y sugiere alternativas para el manejo del paciente. Cuando una droga requiere doble receta, se solicita la razón por la que se la pide entre un listado posible. Si faltó completar algo para el ingreso o el alta del paciente, el sistema también da aviso.
 
Antes de viajar, ya tengo nervios acerca de la antelación con la que se maneja la Universidad, y lo que se va a esperar allá de mí.
 
Primer día a las 8.15 "US time" (es decir, puntual)
 
Se lleva a cabo la reunión de orientación con las coordinadoras y el resto de los estudiantes nuevos. Finalmente veo el rostro de la encargada de Relaciones Internacionales con la que intercambié no menos de quince mails. Su presencia alivia un poco mis nervios. Café, bagels, fruta fresca y manteca de maní de por medio, nos presentamos todos los estudiantes que venimos de visita por uno o dos meses. Desde Brasil, Colombia, Austria, Alemania, Ghana, India, Argentina venimos jóvenes de entre 23 y 33 años a tener una experiencia aquí. Infectología, anestesiología, ginecología, medicina interna, reumatología y cirugía son los departamentos que nos reciben, entre otros.
 
Nos advierten acerca de la inseguridad en la ciudad, nos ponen al tanto del sistema de shuttles gratis que nos llevan al campus desde distintos puntos y nos dan oficialmente la bienvenida.
 
Próximo paso: hacemos nuestras identificaciones de estudiantes que tendremos que tener siempre a la vista y nos darán acceso al hospital, al gimnasio y a las áreas compartidas. De ahí, nos dirigimos a la biblioteca para hacer un tour por la misma. Espaciosa, luminosa y cómoda, nos vamos adentrando en ese maravilloso lugar. La mayor parte de la información está en formato virtual, por lo que una explicación acerca de cómo buscar en su base de datos es necesaria. Nos informan que en caso de que necesitemos un artículo al que por algún error no podamos acceder, de cualquier revista científica de cualquier edición, se comprará para nosotros en un intervalo de no más de 10 minutos sin problema.
 
Sorprendidos, el próximo paso del día es ponerse en contacto con el que será nuestro nuevo equipo de trabajo. En este primer encuentro ya me ponen al tanto de cuáles serían mis tareas, responsabilidades y objetivos. Por ahora, soy la única estudiante junto a un residente de primero, otra de segundo, otro de cuarto y el jefe de residentes. Participo en la visita de la tarde a los pacientes internados (afternoon rounds) y vuelo a la cena de bienvenida que nos habían organizado en un bar local. Efectivamente, esto va a ser intenso. Resta encontrar la manera de disfrutarlo.
 
Al segundo día debía estar a las 6.15 en el hospital para participar en las morning rounds. Poco después de terminadas éstas, corremos a la conferencia semanal del departamento de Cirugía, las Grand Rounds, cuya temática hoy es cómo mejorar el servicio. Los médicos deben firmar asistencia y se sirve un variado desayuno antes de entrar. El auditorio está lleno y en medio un orador pasa diapositivas de gráficos con análisis de productividad y efectividad. Se analiza qué departamento dentro de cirugía publicó más papers en el último tiempo, cuál de ellos fue citado más veces, cuántos pacientes ven por día y de qué presupuesto disponen. Se alienta a los que manejan los valores más pobres para que mejoren, se recuerda la excelencia académica a la que se aspira y se habla de interesantes incentivos económicos para los comprometidos. La comparación es chocante y se siente la presión que manejan los diferentes equipos.
 
Luego, a quirófano por primera vez. La organización sorprende, antes de empezar con la anestesia hay un protocolo de identificación del paciente, la cirugía que se va a realizar, las alergias y el código de historia clínica. Todos los miembros del equipo (y el paciente) deben manejar la misma información, coincidir en cómo encarar la operación y por último presentarse con su nombre y rol. Malena, estudiante de medicina. Cirugía abdominal: apertura de planos, disección, resección, análisis patológico, anastomosis y cierre. Seis horas. No se escatima en recursos, en la sala de operación hay más de seis pantallas, tres cámaras, todo el paciente se cubre de un campo estéril, la camilla se templa, se le ponen botas para prevención de TVP y se dispone de herramientas para cortar, cauterizar y suturar que nunca antes había visto en Argentina. Asisto y ayudo a cerrar. Más adelante escribo con el residente las órdenes para el post quirúrgico y continúo monitoreando los pacientes del piso. Antes de irme, debo evolucionar al paciente de la cirugía y, a partir de hoy, seguirlo hasta que se le dé el alta y presentarlo al equipo todos los días. Camino a casa, sé de antemano que voy a cometer mil errores y me siento sobrepasada, pero trato de enfocarme en que vine a aprender.
 
 
El horario de llegada ahora es a las 5.30, dado que para las 6.15 ya mi paciente y su historia clínica deben estar revisados. Luego del pase y de dejar asentada la evolución de mi paciente en el sistema, a cambiarme para quirófano. El ambo a usar te lo entrega una máquina tras leer tu código de ID. De nuevo, abruma la tecnología. El lavado de manos pre-quirúrgico es sin agua. Se limpia debajo de las uñas con un palillo y se completa el lavado con tres descargas de jabón especial desinfectante. Mastectomía bilateral y luego una parcial. Los protocolos se respetan y el quirófano desborda de innovación.
 
La cirujana me iba preguntando qué sabía de los casos, cómo diagnosticar las patologías mamarias y cuándo se tratan y cuándo no. Luego, nuevamente la visita de la tarde a los pacientes, evolucionar mis casos y el día va llegando a su fin alrededor de las cinco o seis de la tarde. En USA una parte clave del equipo de trabajo es la asistente del médico. Dicha carrera es dos años más corta que la de médico y un PA (physician assistant) puede recetar fármacos y estudios diagnósticos, asistir en cirugías, interpretar historias clínicas y participar en los pases de sala. En mi caso, ella no sólo es la que más sabe acerca de lo que están atravesando todos los pacientes del piso, sino que también se encarga de evaluarme, poner a prueba mis límites y asignarme casos y cirugías. De esta forma, su jefe (médico de planta) no debe venir todos los días a controlar a sus pacientes dado que su PA lo mantiene al tanto y maneja las situaciones del día a día.
 
Al día siguiente se suman al equipo dos estudiantes de medicina de Yale que están cursando la asignatura Cirugía. En la visita matutina a los pacientes, una de las internadas ya en el día de su alta, se emociona hasta las lágrimas y ag
 

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