Los medicamentos para la osteoporosis pueden prevenir fracturas. A pesar de sus beneficios, algunos estudios han planteado preocupaciones potenciales sobre el uso de estos fármacos, que aumentarían el riesgo de problemas cardiovasculares.
Las terapias estándar de primera línea para los trastornos de la densidad ósea incluyen a denosumab y a los bifosfonatos. En casos graves, o si el tratamiento inicial no tiene éxito, los médicos pueden recetar terapias más alternativas y nuevas, como romosozumab, teriparatida o abaloparatida.
Para explorar la relación entre los medicamentos para la osteoporosis y los eventos cardiovasculares, se estudiaron a 447 208 pacientes con osteoporosis u osteopenia. Se tuvo en cuenta la edad, el sexo, el IMC, el tabaquismo y los antecedentes de hiperlipidemia, diabetes, enfermedad renal crónica y enfermedad cardiovascular. Se excluyeron los pacientes a los que se les prescribió más de uno de los medicamentos estudiados durante el período de seguimiento.
Se encontró que los pacientes a los que se les recetaron bifosfonatos tenían ligeramente menos probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico en comparación con los pacientes a los que se les recetó calcio o vitamina D. Los pacientes a los que se les recetó denosumab tenían un 23 % más de probabilidades de ser diagnosticados con fibrilación auricular, mientras que los pacientes a los que se les recetó teriparatida tenían un 44 % más de probabilidades de ser diagnosticados con fibrilación auricular y un 35 % más de probabilidades de experimentar un infarto de miocardio que los pacientes a los que se les recetó calcio o vitamina D. Los pacientes a los que se les recetó romosozumab o abaloparatida no otorgaron datos concluyentes.
La probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico, un infarto de miocardio o una fibrilación auricular dentro de los tres años posteriores al inicio del tratamiento con medicamentos para la osteoporosis.
- Los pacientes con trastornos de la densidad ósea a los que se les recetaron bifosfonatos tuvieron un 5 % menos de probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular isquémico que a los que se les recetaron calcio o vitamina D.
- Los pacientes con trastornos de la densidad ósea a los que se les recetó teriparatida tenían un 35 % más de probabilidades de sufrir un infarto de miocardio que a los que se les recetó calcio o vitamina D.
- Los pacientes con trastornos de la densidad ósea a los que se les recetó teriparatida o denosumab tenían un 44 % y un 23 % más de probabilidades, respectivamente, de experimentar fibrilación auricular que a los que se les recetó calcio o vitamina D.