El envejecimiento poblacional y el avance de las enfermedades crónicas colocan al sistema de salud mexicano en un momento decisivo. Expertos advierten que la innovación tecnológica puede ser un aliado fundamental, siempre que se centre en las necesidades de médicos y pacientes, se alinee con objetivos clínicos y cuente con el respaldo de una inversión sostenida y un marco regulatorio robusto. Este fue el eje central del Mexico Health Summit 2025, un encuentro que analiza el impacto de la tecnología en la práctica clínica, del que participó IntraMed.
El evento convocó a más de 200 líderes del sector salud, innovación y gobierno, y más de 30 conferencistas internacionales, todos unidos con el propósito de compartir aprendizajes.
Nicolás Vega Olmos, Head of México de IntraMed, quien participó del panel “Designing Technology for Better Healthcare Outcomes” (Diseñando tecnología para mejores resultados en atención médica) destacó la importancia de pensar en soluciones digitales para el médico y el paciente. “Centrarse en el usuario, principalmente en el profesional de la salud, es clave para maximizar el impacto de las innovaciones en atención médica”, afirmó.
Ante un sistema bajo presión, con el aumento de la esperanza de vida y la carga de enfermedades crónicas, la demanda de servicios crece a un ritmo que las instituciones no logran acompañar. La falta de inversión impacta en recursos humanos, equipamiento e infraestructura hospitalaria, a lo que se suma la fragmentación institucional y las desigualdades regionales.
Por ello y frente a un contexto de recursos finitos, los participantes del panel coincidieron en que a la hora de invertir, se debe tener en cuenta que el verdadero valor de la innovación tecnológica se encuentra en su capacidad de responder a las necesidades reales de médicos y pacientes.
La transición hacia lo digital, sin embargo, enfrenta obstáculos: resistencia al cambio, limitaciones presupuestarias y dificultades de interoperabilidad entre sistemas. Además, garantizar la ciberseguridad y capacitar al personal es esencial para que las herramientas funcionen en la práctica.
Para Rafael López, fundador de Diagnostikare, la confianza, la calidad y la adopción de nuevas opciones son esenciales para una implementación exitosa. Pero advirtió que “la tecnología debe servir como herramienta para resolver problemas clínicos, no como un fin en sí misma”.
Por su parte, Gizela Sosa Ascencio, Product VP de Sofía, enfatizó en la necesidad de un pensamiento sistémico: “La innovación va más allá de la generación de tecnología y requiere un enfoque en la educación médica, la colaboración clínica y la prevención”.
A su turno, Ana Riquelme Francistain, Directora Ejecutiva de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID) advirtió que más allá de las opciones prometedoras, la adopción tecnológica en México debe superar barreras. “El amplio y fragmentado sistema de salud de México, sumado a las diversas experiencias de la población, presenta desafíos únicos para la digitalización”, afirmó.
Por último, Carlos Loyo, Product Marketing Manager de GE Healthcare, llamó a desafiar las barreras y adaptarse. “Tanto las instituciones académicas como los profesionales de la salud deben estar preparados para aprovechar plenamente sus capacidades tecnológicas”, señaló.
Innovación e IA: posibilidades y retos |
La inteligencia artificial (IA) encabeza la lista de tecnologías emergentes con potencial transformador. Pero su uso genera aún cierta reticencia en los profesionales con bata blanca. Al respecto, Héctor Valle, presidente ejecutivo de FunSalud, insistió en que la IA debe actuar como un “copiloto” para los médicos, capaz de asistir en la gestión de historias clínicas y en el análisis de grandes volúmenes de datos.
La telemedicina, la capacitación en realidad virtual, la monitorización con dispositivos IoT y la impresión 3D de dispositivos médicos también aparecen como recursos que pueden acelerar la prestación de atención y reducir inequidades geográficas. Para que esto sea posible, los expertos subrayaron la necesidad de colaboración público-privada, de inversión sostenida y de modelos de atención centrados en la prevención.
En síntesis, el futuro de la atención sanitaria en México depende de que la innovación se traduzca en accesibilidad y equidad. Como sintetizó Vega Olmos: “Estamos frente a una oportunidad de transformar el sistema. Si logramos alinear la tecnología con los objetivos clínicos y con la realidad de los usuarios, México puede dar un salto hacia una atención más eficiente, equitativa y de calidad”.