La integración de la informática en el campo de la oncología es un área en constante evolución y que ya está presente en varias instituciones médicas. Es un hecho que la mayor incorporación de estas herramientas transformará la manera en que se diagnostica y trata el cáncer.

En este contexto, el Instituto Alexander Fleming organizó la tercera edición del Simposio de Informática Oncológica. Fue un evento para reunir a especialistas de la salud, de la tecnología y de la investigación oncológica con el fin común de compartir avances en la mejora de los procesos y en el fortalecimiento de la capacidad de mejora que tienen los sistemas para abordar a los pacientes.

Durante la jornada se profundizó en el uso de las herramientas digitales que están revolucionando la prevención, el diagnóstico y el tratamiento del cáncer. Tanto médicos, investigadores, desarrolladores de software y estudiantes, como profesionales interesados en la transformación digital del sector de la salud, se dieron cita.

Entre las palabras de apertura de Martin Bonorino y Juan Descalzo, y las de cierre de Melanie Cassarino, se sucedieron las siguientes presentaciones:

• Los desafíos de la oncología digital en la región: a cargo de Marcelo D´Agostino, asesor de sistemas de información y salud digital de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El experto mostró el camino que se plantea en las Américas para lograr la transformación artificial de los sistemas de salud, la consecución de la interoperabilidad y el alcance de los estándares de la historia clínica electrónica.
• QuimioProcess: gestión innovadora de tratamientos oncohematológicos: a cargo de Rui Costa, quien explicó cómo este sistema diseñado para asistir desde la prescripción del fármaco oncológico hasta su preparación y dispensación está pensado para agilizar y brindar mayor seguridad al proceso de la quimioterapia.
• Experiencia en la implementación de sistemas de soporte al razonamiento clínico en entornos clínicos del mundo real para Colombia: a cargo de Luis Eduardo Pino Villarreal, se presentó un sistema de soporte a la decisión clínica que fue probado en tiempo real ante un caso puntual de cáncer de pulmón. Según el ponente, el uso de estos "cerebros ectópicos" facilita el acceso al cada vez más enorme universo de información científica.
• Oncoreceta digital: oportunidades y desafíos: a cargo de Federico Pedernera y Martín Uranga Vega. El panorama fue desde el planteo del rol de la receta en el mundo médico hasta la muestra de un sistema informático que gestiona los pedidos y solicitudes médicas para agilizar los trámites que triangulan entre pacientes, médico y financiadores del sistema.
• Investigación en IA en radiología oncológica: lecciones aprendidas del proyecto europeo EuCanImage: Santiago Frid, desde España, mostró cómo la inteligencia artificial sin datos no tiene sentido. Para dar ejemplo a ello, comentó el proceso que está en marcha en Europa para uniformar bases de datos imagenológicas y poder entrenar, a partir de ellas, a modelos que hagan mejores diagnósticos.
• ¿Cómo evaluar modelos lingüísticos? Riesgos y beneficios: a cargo de Federico Losco, quien recorrió los pilares de los que disponemos para evaluar si un modelo de lenguaje de inteligencia artificial es útil o no en salud, si mejora la vida de los pacientes o si reduce errores. El eje estuvo en la evaluación de impacto.
• Implementación de IA en el diagnóstico por imágenes: de la teoría a la práctica: Ariel Miquelini, Lisandro Paganini y Daniel Mysler, del IAF, mostraron en tiempo real cómo funciona la IA en el contexto de la interpretación de imágenes diagnósticas para la oncología. Además, explicaron cómo es la lógica interna de estos sistemas.
• IA aplicada a diagnóstico por imágenes: casos clínicos: Paula Riba, desde el Instituto Oulton de Córdoba, mostró casos clínicos reales en los que la IA mejoró el proceso diagnóstico frente a mamografías y ecografías mamarias.
• Primeros pasos hacia un sistema de diagnóstico automatizado de muestras de Papanicolaou asistido por inteligencia artificial: Luciana Bruno, investigadora del CONICET, presentó los avances de lo que hoy es la base de datos más grande de muestras de PAP, con la posibilidad de que las mismas se usen para entrenamiento de una IA que acelere el trabajo de los patólogos frente a la clasificación de las lesiones asociadas al cáncer cervical.

En el sitio web del simposio estuvieron disponibles (y lo siguen estando) algunas ponencia asincrónicas. Entre ellas:

• Identidad clínica digital, de Julieta Risso.
• Validación clínica de la IA en el diagnóstico de cáncer de mama: desafíos y perspectivas, de Dalia Avendaño.
• Integración de sistemas en medicina nuclear, diagnóstico por imagen y radioterapia, de Heber Caballero e Iván Vazquez.
• Optimización del flujo quirúrgico con IA, de Luciano Muratore.

Algunas líneas generales atravesaron todo el simposio y se sintieron comunes entre los presentes. Una de ellas fue clara desde el inicio, con las palabras de apertura: hay cuestiones que antes se discutían y ya no. La historia clínica electrónica, la telemedicina y el uso de IA parecen estar fuera del debate por sí o por no. Ahora resta el análisis más profundo sobre su implementación y sobre cómo impactan en el recorrido que hacen los pacientes en el sistema de salud.

Otro punto central fue la importancia de los procesos como bases y fundamentos. Muchos de los ponentes coincideron en que no se puede llevar a un software aquello que no está claro en la práctica concreta de los equipos de salud. Es decir, que antes de plantearse la digitalización per se, corresponde a los implicados diagramar, entender y conceptualizar el proceso que se quiere digitalizar.