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/ Publicado el 6 de octubre de 2025

Años antes del deterioro cognitivo

La pérdida del olfato podría ser el primer signo de alzhéimer

Un estudio revela que la disfunción olfatoria temprana en la enfermedad de Alzheimer está relacionada con la destrucción de conexiones neuronales por parte de las células inmunitarias del cerebro.

Autor/a: Meyer C, Niedermeier T, Feyen PLC, et al.

Fuente: Nat Commun. 2025;16(1). Early Locus Coeruleus noradrenergic axon loss drives olfactory dysfunction in Alzheimer’s disease

La pérdida del sentido del olfato podría ser uno de los primeros indicios de la enfermedad de Alzheimer, incluso antes de que aparezcan los síntomas cognitivos. Una investigación liderada por científicos del Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE) y la Universidad Ludwig-Maximilians de Múnich (LMU) ha revelado que este fenómeno está asociado con un mecanismo inmunitario en el cerebro, donde las células de la microglía destruyen erróneamente fibras nerviosas esenciales para la percepción de los olores.

Los hallazgos, publicados en la revista Nature Communications, se basan en estudios con modelos animales, análisis de tejido cerebral humano y tomografías por emisión de positrones (PET), y podrían facilitar un diagnóstico temprano y un tratamiento más efectivo de la enfermedad.

El equipo de investigación, dirigido por el Dr. Lars Paeger y el Prof. Dr. Jochen Herms, descubrió que las alteraciones en la composición de las membranas de las fibras nerviosas son clave en este proceso. En condiciones normales, la fosfatidilserina, un lípido que se encuentra en el interior de la membrana neuronal, se traslada al exterior como una señal para que la microglía elimine conexiones sinápticas innecesarias o disfuncionales. Sin embargo, en el contexto del alzhéimer, este mecanismo se activa de manera patológica.

Según el Dr. Paeger, "la presencia de fosfatidilserina en el exterior de la membrana celular actúa como una señal de ‘cómeme’ para la microglía. En el bulbo olfatorio, esto suele estar asociado con la poda sináptica, un proceso que elimina conexiones neuronales innecesarias. En la enfermedad de Alzheimer, creemos que el cambio en la composición de la membrana es desencadenado por la hiperactividad de las neuronas afectadas, que presentan un disparo anormal”.

Los hallazgos se basan en una amplia gama de datos, que incluyen:

  • Estudios en ratones con características de alzhéimer.
  • Análisis de muestras cerebrales de pacientes fallecidos con alzhéimer.
  • Escaneos PET de individuos con alzhéimer o deterioro cognitivo leve.

El Prof. Herms destacó que "los problemas de olfato en la enfermedad de Alzheimer y el daño a los nervios asociados han sido discutidos durante mucho tiempo, pero las causas eran desconocidas. Ahora, nuestros hallazgos apuntan a un mecanismo inmunitario como causa de estas disfunciones, y lo más importante, que estos eventos ocurren en las etapas tempranas de la enfermedad".

La investigación adquiere especial relevancia en el contexto de los nuevos tratamientos con anticuerpos anti-amiloide beta, cuya eficacia depende de una aplicación temprana. Según los autores, “nuestros resultados podrían allanar el camino para la identificación temprana de pacientes en riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer, permitiéndoles acceder a pruebas exhaustivas antes de que aparezcan problemas cognitivos. Esto facilitaría una intervención más temprana con anticuerpos anti-amiloide beta, aumentando la probabilidad de una respuesta positiva”.