Hipoxia cerebral

La apnea del sueño podría aumentar el riesgo de demencia

Un estudio sugiere que unos niveles bajos de oxígeno y dormir profundamente durante menos tiempo podrían contribuir a cambios en el cerebro.

Fuente: Medlineplus

Los hombres mayores que tienen dificultades para respirar o que pasan menos tiempo durmiendo profundamente podrían tener un riesgo más alto de sufrir unos cambios cerebrales que pueden preceder a la demencia, sugiere un estudio reciente.

Los expertos dijeron que esos hallazgos no prueban que los trastornos del sueño, como la apnea del sueño, conduzcan a la demencia. Pero amplían las evidencias de que dormir mal podría tener algo que ver con el declive mental de algunos adultos mayores.

Estudios anteriores han sugerido que las personas con ciertas perturbaciones del sueño podrían enfrentarse a un riesgo más alto de demencia, anotan los investigadores. Pero los motivos aún no están claros.

Los nuevos hallazgos "ayudan a explicar la forma en que las perturbaciones del sueño podrían en realidad contribuir al desarrollo del deterioro cognitivo y la demencia", afirmó la autora líder, la Dra. Rebecca Gelber, del Sistema de Salud de la VA de las Islas del Pacífico, en Honolulu.

En específico, los investigadores hallaron que los hombres mayores que tenían menos oxígeno circulando en la sangre durante el sueño tendían a mostrar más "microinfartos" en el cerebro. Los microinfartos son anomalías minúsculas en el tejido cerebral que pueden preceder a la demencia.

Por otro lado, los hombres que pasaban menos tiempo en el sueño de ondas lentas, que es la etapa profunda y restauradora del sueño, tendían a mostrar más atrofia en el tejido cerebral.

"Se sabe que los microinfartos y la atrofia son mucho más comunes y graves en las personas con demencia que en las personas sin problemas de la memoria", explicó Gelber.

Pero este es el primer estudio en mostrar que ciertas características del sueño se relacionan con esos cambios en el cerebro, apuntó.

Pero un experto que revisó el estudio instó a tener cuidado al interpretar los resultados.

"Lo único que esto muestra es un vínculo, no causalidad", dijo Keith Fargo, director de programas científicos y alcance de la Asociación del Alzheimer (Alzheimer's Association), en Chicago.

Fargo enfatizó que la investigación sobre el rol del sueño en el riesgo de demencia es "muy importante", pero que aún quedan muchas preguntas.

"Lo que podemos decir es que las personas con perturbaciones del sueño parecen más propensas a presentar cambios cerebrales asociados con la demencia", comentó Fargo. "Hay cierta relación, pero los investigadores siguen sin comprenderla".

Los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 10 de diciembre de la revista Neurology, se basan en las autopsias cerebrales de 167 hombres estadounidenses de origen japonés que habían participado en un estudio de salud a largo plazo antes de sus muertes. Como parte de ese estudio, se monitorizaron los niveles de oxígeno y la actividad cerebral de los hombres mientras dormían.

En general, halló el equipo de Gelber, la cuarta parte de los hombres con los niveles más bajos de oxígeno durante el sueño tenían casi cuatro veces más probabilidades de presentar microinfartos en el cerebro, frente a los hombres con los niveles más altos de oxígeno.

Unos niveles más bajos de oxígeno pueden ser provocados por afecciones como el enfisema o la apnea del sueño, en que la respiración se detiene y reinicia de forma repetitiva durante el sueño. Este estudio en realidad no mostró que la apnea del sueño en sí se relacione con los cambios en el cerebro, apuntó Fargo.

El equipo de Gelber también encontró que los participantes del estudio que pasaban menos tiempo en el sueño de ondas lentas tendían a tener más atrofia de la memoria.

"El sueño de ondas lentas se ha considerado como la etapa profunda y restauradora del sueño, y es importante en el procesamiento de memorias nuevas", dijo Gelber. Con la edad, la gente tiende a pasar menos tiempo en el sueño de ondas lentas, comentaron los investigadores.

Pero añadió que se necesitan estudios posteriores para ver si el sueño de ondas lentas tiene un "rol restaurador para la función cerebral" y si hay formas de aumentar la cantidad de tiempo que una persona mayor pasa en esa etapa del sueño.

Hay cierta evidencia de que tratar la apnea del sueño puede mejorar el rendimiento mental de las personas. Pero nadie sabe aún si aumentar los niveles de oxígeno durante el sueño en realidad protege de, o ralentiza, la demencia, planteó Gelber.

Fargo se mostró de acuerdo. Anotó que las personas que duermen mal pueden tener problemas con la memoria, el pensamiento y la concentración que no tienen nada que ver con la demencia.

"Si su sueño está turbado y tiene síntomas diurnos, debe consultar al médico", aconsejó Fargo. "Un motivo es que quizá halle que sus problemas cognitivos no están para nada relacionados con la demencia".


FUENTES: Rebecca Gelber, M.D., Dr.Ph., VA Pacific Islands Health Care System, Honolulu; Keith N. Fargo, Ph.D., director, scientific programs and outreach, Alzheimer's Association, Chicago; Dec. 10, 2014, online, Neurology