Genómica

Secuencian el genoma del protozoo 'Giardia lamblia'

Podría conducir al desarrollo de nuevos fármacos para luchar contra esta parasitosis intestinal.

La secuenciación del genoma del parásito Giardia lamblia, que se publica hoy en la revista Science, podría conducir al desarrollo de nuevos fármacos para luchar contra esta parasitosis intestinal.  Científicos estadounidenses han secuenciado el genoma de la Giardia lamblia, uno de los parásitos humanos y animales más comunes, que causa más de 20.000 infecciones intestinales al año en Estados Unidos.

El análisis, realizado por investigadores del Laboratorio de Biología Marina de Estados Unidos, se publicó el pasado viernes en Science.

El genoma de la Giardia ha revelado la existencia de varias proteínas inusuales que pueden constituir una diana terapéutica prometedora. "Estas proteínas son lo bastante diferentes de las proteínas humanas, de manera que si fueran atacadas con un fármaco éste no afectaría a sus homólogas humanas", explica Hilary Morrison, principal firmante del estudio.

El genoma de la Giardia es compacto en estructura y contenido, contiene pocos intrones o vestigios mitocondriales, y posee una maquinaria simplificada para la replicación del ADN, la transcripción, el procesamiento del ARN y varias vías de señalización metabólicas.

La proteína cinasa comprende la única clase de proteína simple y refleja la necesidad que tiene la Giardia de una red de señales complejas de transducción para coordinar la diferenciación. Inesperadamente, el genoma de este parásito muestra pocas pruebas de heterozigosidad, lo que apoya las especulaciones recientes de que pueda ser un organismo sexual.

La Giardia lamblia tiene un tamaño de 11,7 megabases, 6.470 genes codificadores de proteínas, un porcentaje de contenido G+C de 49, una densidad genética por kilobase de 0,58 y 63 ARN de transferencia.

Otro hallazgo importante es que los genes que permiten al parásito eludir la respuesta inmune humana están organizados de manera diferente al de otros parásitos. Así, logra evitar el ataque del sistema inmune mediante el desplazamiento de las proteínas expuestas en su superficie. Y los genes de la superficie de proteínas se dispersan a través del genoma en lugar de encontrarse en grupos.

'(Science 2007; 317; 1921-1926)'.