Toxicomanía

La hipótesis de la automedicación en la esquizofrenia

Aunque es frecuente la alta comorbilidad de la esquizofrenia y las toxicomanías, no se conocen los determinantes de esta asociación.

Autor/a: Dres. S. Potvin, E. Stip, J.-Y. Roy

Fuente: L´Encéphale 2003, XXIX : 193-203, cahier 1

Indice
1. Desarrollo
2. Esquizofrenia y toxicomanía

El consumo de sustancias psicoactivas (SPA) en los pacientes esquizofrénicos suele ir acompañado de recaídas, hospitalizaciones más frecuentes, conductas violentas y vida itinerante. Sin embargo, en la mayor parte de los estudios el abuso de sustancias constituye un criterio de exclusión al investigar la esquizofrenia, para asegurar que las manifestaciones observadas obedezcan a la esquizofrenia y no a los efectos de las SPA. De este modo, cerca de la mitad de la población de esquizofrénicos no es incluida en las investigaciones.

Elaborados modelos animales de la esquizofrenia sugieren que los síntomas positivos obedecerían a una hiperactividad del sistema mesolímbico, al tiempo que estudios efectuados en roedores demuestran que las SPA suelen tener en común la propiedad de decuplicar la liberación de dopamina en el nucleus accumbens. Datos con humanos parecieran converger en igual sentido. Potvin et al, autores de este trabajo, consideran que la pista de una vía biológica común permite tomar en consideración con rigor científico algunas intuiciones clínicas que todavía hay que demostrar, como el concepto de automedicación del cual efectúan acá una relectura crítica.

La hipótesis de la automedicación 

Formulada por Khantzian en las décadas de los 80s y 90s, esta hipótesis postula que el consumo que hace el esquizofrénico de los SPA representa un intento de alivio de su enfermedad. Esta hipótesis constituye un cambio de perspectiva en la comprensión de las adicciones. A diferencia de las teorías psicodinámicas que comprenden el consumo como búsqueda de placer (y la psicobiología como búsqueda de sensaciones fuertes), la hipótesis de la automedicación pone el acento en la evitación del sufrimiento.

Dicen estos investigadores canadienses que para que esta hipótesis pueda sostenerse es necesario que el empleo de las SPA corrija al menos parcialmente la sintomatología del paciente. Las investigaciones se centraron primeramente en el efecto de las SPA sobre los síntomas positivos y salvo los opioides -que ya se empleaban bajo la forma de láudano a principios del siglo 20 para el tratamiento de la esquizofrenia- tomadas en conjunto las SPA son una amenaza tangible para la organización cerebral, y parecen proteger muy poco al enfermo de tales síntomas.

En cambo, observan los autores que la mayor parte de los estudios que se han ocupado del tema identifican a los síntomas negativos (apatía, retracción autística, aplanamiento del afecto) como blanco al que apuntan los enfermos cuando recurren a las SPA. Mencionan algunos estudios exploratorios recientes acerca del buen resultado de la clozapina en esquizofrénicos toxicómanos, que otorgarían validez provisoria a esta conjetura, dada la eficacia de este medicamento para el tratamiento de los síntomas negativos.

Considerando separadamente estos síntomas, los autores entienden que la anhedonia es uno de los mejores indicadores de una predisposición a la esquizofrenia y sería además el síntoma más sensible a los efectos euforizantes de las SPA. Esto es congruente con el dato empírico de ser la búsqueda de placer (o el alivio de la anhedonia) la razón invocada con mayor frecuencia por los esquizofrénicos fármaco-dependientes. Pareciera por el momento que sólo los psicoestimulantes aliviarían la anhedonia del esquizofrénico.

En cuanto a la retracción social los autores observan contradicciones en los resultados empíricos de las investigaciones: algunos estudios sugieren que los esquizofrénicos toxicómanos poseerían mejores aptitudes relacionales y otros mencionan por el contrario una fragilización de su adaptación social (más bien vinculado a su dificultad de establecer relaciones íntimas).

Finalmente otro grupo de estudios concluye que al recurrir a las SPA el esquizofrénico adicto busca restañar sus deficiencias cognitivas, aunque hasta ahora sólo los psico-estimulantes parecieran tener por efecto una facilitación de los procesos frontales (atención, memoria y funcionamiento ejecutivos, etc.)

Artículo comentado y traducido por la Lic. Alicia Kasulin, editora responsable de IntraMed en la especialidad de Psiquiatría.